
El exintendente de Arroyo del Medio, Cristóbal Barboza, se encuentra cumpliendo la pena impuesta por la jueza Correccional y de Menores 1 de Posadas, Marcela Leiva, de cinco años de prisión; luego de haber sido juzgado y condenado por protagonizar el 19 de junio de 2016 el siniestro vial que le costó la vida al remisero Alberto Mario Andersson, de Leandro N. Alem.
Sin embargo, hace unos días, el juez Correccional y de Menores César Raúl Jiménez sobreseyó a Barboza en una causa que tenía abierta por incumplimiento de los deberes de funcionario público.
Según se supo, el magistrado expuso la extinción de la acción legal por prescripción. La cual se debe a que pasó el tiempo estipulado por la ley para que la causa siga su curso.
Según muestra el artículo 248 del Código Penal Argentino, la pena para ese tipo de delito es de dos años, pero el último movimiento que había tenido el expediente fue en julio de 2018, momento en que la Fiscalía de Instrucción había realizado el requerimiento de elevación a juicio. No obstante, la causa era de 2011 y ya se habían agotado todos los plazos.
Cinco años de prisión
En lo que respecta a la pena que se encuentra cumpliendo el exacalde, se recuerda que dicho fallo había sido ratificado por el Superior Tribunal de Justicia tiempo atrás y la condena coincidió con el pedido, en debate el 8 de noviembre de 2018, de la fiscal María Laura Álvarez.
De esta manera, tal y como publicó este Diario en septiembre pasado, al voto del juez Cristian Marcelo Benítez habían adherido los ocho ministros restantes. Además, en el fallo se había destacado, entre fundamentos y voces de periciales, que “la mecánica y causa eficiente del accidente fue que Cristóbal Barboza iba por el medio de la ruta (nacional 14), invadiendo el carril contrario y que el choque se produce en el medio de la calzada. Esto quedó probado por la posición final en la que quedó la camioneta, y además por el daño que presentaba la misma en la parte central del rodado, daño causado por el motor del automotor Ford Fiesta (que conducía Andersson)”.
En ese momento, se ratificó que “la causa eficiente del siniestro fue el alto grado de intoxicación etílica que presentaba”.