
Tras una jornada lluviosa, que trajo algo de alivio pero no soluciones a corto ni largo plazo, se mantenía ayer miércoles en muchos municipios misioneros la preocupación por las dificultades para proveer de agua potable a los vecinos.
“Se necesitaría lluvia copiosa y constante para recuperar los caudales de agua”, dijo Hugo Giménez del sector de Aguas de la Cooperativa Eléctrica de Eldorado Limitada (CEEL), dando así un contexto de lo duro que puede ser este verano si la sequía continúa y lógicamente afecta a las provisiones de agua potable, ya que la mayoría de las localidades toman el vital líquido de arroyos o de los ríos más cercanos para potabilizarlo y luego enviarlo a las redes para consumo. Incluso los pozos perforados se ven comprometidos.
Tal como publicó en la víspera PRIMERA EDICIÓN, Bernardo de Irigoyen ya declaró la emergencia hídrica, mientras que Santa Ana está muy complicada, Eldorado también y espera para fin de año la inauguración de una planta potabilizadora de agua en Puerto Pinares y también otra obra en Paticuá. Esta última sería la solución para el abastecimiento de toda la Capital del Trabajo. Y en Apóstoles también se realizan obras para paliar la situación en caso de que se compliquen las cosas.
Santa Ana “al límite”
En el caso de Santa Ana, la localidad atraviesa días complicados en lo que respecta a la provisión de agua potable. Son muchas las familias que padecen problemas de suministro desde hace más de dos semanas. Y cada vez que reclaman “siempre dicen que se quemó la bomba de agua. Son muchos barrios los que sufrimos el mismo problema”, explicó Verónica Andrea Bordabehere, quien vive desde hace 32 años en el barrio 16 de Abril.
En diálogo con PRIMERA EDICIÓN, la mujer manifestó que se trata de un inconveniente recurrente “siempre nos falta agua, sea verano o cualquier estación del año. Lo sufrimos toda la vida”.
Verónica, quien es separada y vive con sus hijos de 11, 13 y 15 años se encarga de juntar agua en baldes, cada vez que hay agua. Ya que según explicó, los cortes son constantes y “así no podemos vivir. Es horrible, recién hoy (por ayer) con mis hijos que son discapacitados nos vamos a poder duchar con la miseria de agua que junté de madrugada”.
El intendente Pablo Castro confirmó a este Diario que la toma de agua de la ciudad está trabajando al límite. “Hay un problema grave por la sequía, estamos al límite, tenemos un sector del pueblo, unas manzanas, donde no está llegando el agua, estamos asistiendo a las familias con tanques de agua, mediante un tractor. Tenemos inconvenientes debido a la sequía y lógicamente aumentó el consumo”, dijo.
Indicó además que “ la población creció, la toma de agua es antigua y ya no da abasto. También estamos gestionando una toma nueva, ya está construida pero falta traer la impulsión a la planta y terminarla, en el marco de la construcción de la EBY”, contó.
Explicó también que aumentó la cantidad de usuarios de la ciudad y “hay lugares donde no llega la red. Con el IMAS (Instituto Misionero de Agua y Saneamiento) estamos planificando un pozo perforado en la Quinta Cinco y con la Provincia estamos gestionando otro pozo perforado para la zona del barrio Nueva Esperanza, porque tenemos hoy inconvenientes y se pondría más complicado para el verano. Estamos haciendo lo posible para que no tengamos tantos inconvenientes, ya estamos llevando agua a los barrios y no sabemos si llegaremos a tener los pozos hechos” para los próximos meses, advirtió el jefe comunal.
Preocupación en Apóstoles
En la Cooperativa de Obras y Servicios Públicos de Apóstoles Limitada (COSPAL) ven con preocupación los próximos meses por la sequía que se prevé en la región, según los pronósticos, y por eso realizan distintas obras en los barrios periféricos sobre todo, para paliar la faltante en caso que ocurra. También ven con preocupación la suba de los productos y cañerías para las distintas obras.
Su presidente, Carlos María Losada, explicó que “se está invirtiendo en nuevos pozos perforados en barrios periféricos. Más allá de la planta potabilizadora que tenemos de Chimiray Miní, también tenemos cuatro pozos perforados que nos permiten garantizar la correcta provisión del agua, estamos a punto de inaugurar un quinto pozo perforado como sistema complementario de la planta potabilizadora en el barrio Chezny”, contó.

Complicados en Eldorado
Desde el sector Aguas de la Cooperativa Eléctrica Limitada de Eldorado (CEEL), Hugo Giménez reconoció que están “preocupados por la falta de lluvia, el caudal del Piray (Miní, de donde toman el vital líquido) sigue sin aumentar y estamos trabajando al máximo de lo que podemos producir: no podemos producir ni una gota más de agua, las plantas trabajan las 24 horas, pero no podemos producir más de los 850 metros cúbicos por hora que estamos sacando en planta, más los 21 pozos perforados que alimentan a otros sectores de la ciudad”.
Indicó que el “Piray Miní está bajo y si sigue sin llover se nos va complicar: se necesitaría lluvia copiosa y constante para recuperar los caudales de agua”, dijo.
En este contexto, funcionarios municipales y cooperativas acompañaron el martes al gobernador Oscar Herrera Ahuad en una recorrida por las obras de la futura planta de agua potable de Puerto Pinares, que esperan que estén finalizadas en diciembre.
El presidente de la CEEL, Alberto Romero, explicó que “por la sequía esto es un apoyo fundamental, ya que nos dará una tranquilidad para muchos años. La planta de Pinares va estar anexada a la troncal de avenida San Martín. Es una obra muy importante y con la obra Paticuá, los eldoradenses estaremos tranquilos por unos 30 años”, aseguró.
Emergencia “para que la gente nos ayude a cuidar”
Como reflejó ayer este Diario, el Concejo Deliberante de Bernardo de Irigoyen aprobó el martes por la noche la Emergencia Hídrica en el municipio por tiempo indeterminado, “en tanto no se recupere el caudal necesario para el abastecimiento”.
El pedido fue realizado por el Consejo de Administración de la Cooperativa de Agua Potable y otros Servicios Públicos de Bernardo de Irigoyen (COOPABIL) debido a la sequía que afecta a la provincia y la bajante del arroyo Barracao (naciente del Pepirí), que es de donde extraen el agua para potabilizar. El nivel del embalse bajó mucho y hasta provocó que se queme una de las dos bombas impulsora hasta la planta potabilizadora.
El presidente del Deliberativo, Hugo Gauna, dijo que “tenemos que concientizar a la sociedad para que cuidemos el agua entre todos. Es un tema crítico y mientras no llueva suficiente vamos a seguir con el problema. Recibimos la novedad de que el IMAS va a construir un nuevo pozo para el barrio Vista Alegre, que es uno de los más sufridos”.
“El principal problema es que estamos en una sequía muy importante, un poco de lluvia sería una ayuda para ir solucionando la problemática”, dijo el intendente local, Guillermo Fernández.
Adelantó que el Gobierno provincial firmó un convenio con la Nación para que Irigoyen y otros municipios misioneros reciban inversiones para mejorar la situación. “Acá se va a hacer un dique más grande y se van a reparar y hacer redes nuevas para el agua potable”, anunció.
En cuanto a la declaración de “Emergencia Hídrica”, el alcalde indicó que es “para que la gente nos ayude a cuidar el agua”. En ese sentido, está prohibido lavar vehículos y veredas con agua potable con el uso directo de manguera y de pozos perforados.
Paralelamente, “estamos trabajando con la COOPABIL para salvar la situación y también ir proyectando una solución definitiva. Tenemos muchas perforaciones distribuidas en distintos barrios, pero tenemos que ir pensando en una solución para el futuro. Bernardo de Irigoyen está a 870 metros sobre el nivel del mar y no tenemos mucha disponibilidad de agua”, sentenció.