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Transcurrió poco más de un año desde que el predio donde funcionó el lavadero comunitario del barrio Belgrano, en la década del 70, fuera declarado a través de una ordenanza como patrimonio histórico, cultural y arquitectónico de Eldorado.
En esa ocasión se determinó que el lugar sea revalorizado por la comuna, convirtiéndolo en un paseo cultural, algo que hoy todavía sigue pendiente.
“El pueblo misionero debe conocer esta rica historia detrás de su arquitectura, los sujetos ausentes son resultantes de relaciones de poder muy desiguales y es lo que buscamos revertir desde el lugar que nos toca intervenir. Conocer la historia nos permite actuar fuera de la historia , apropiarnos de los espacios, darles significados o re-significarlos”, señaló Laura Ibáñez, profesora de Historia y auxiliar de investigación a PRIMERA EDICIÓN.
En relación al trabajo realizado para obtener el reconocimiento del Lavadero Comunitario del barrio Belgrano, consideró que “resultó satisfactorio, en especial porque fue receptivo y participativo de parte de los ciudadanos de nuestra ciudad. Además, en este último tiempo fuimos alternando entre propuestas presenciales y virtuales debido al contexto sanitario que estamos viviendo que nos obligó a reajustar el programa previsto para el 2020”.
Ibáñez dijo que “a fines de 2019 llevamos a cabo jornadas visibilizantes y conversatorios colectivos. Reforzamos el contacto con la comunidad de cada localidad, según los trabajos propuestos bajo el marco del proyecto de investigación: La arquitectura del Movimiento Moderno en Misiones. Mediante estas formas horizontales de trabajo, logramos formular un proyecto participativo”.
Recordó que el proyecto del Lavadero Comunitario “fue autoría del arquitecto Alejandro Czerevin, quien pretendió plasmar en papel todo el legado material e inmaterial de aquello que consideran valioso de recordar las lugareñas. Creemos que es un aporte preciado para el municipio en términos patrimoniales debido a que no fue posible la conservación del edificio derrumbado en el 2018 al igual que otros puntos de la provincia. De concretarse resultará un ejemplo posible de replicar en otras localidades por aquellas personas responsables de gestionar los bienes comunales eventualmente”.
El grupo de Movimiento Moderno en Misiones propuso la construcción de un Memorial “en reconocimiento a las trabajadoras y vecinas circundantes al lugar. Luego, en conjunto con la comisión vecinal presentamos cartas al municipio -de Eldorado- en reiteradas ocasiones solicitando el reguardo de dicho bien mediante alternativas como señalamiento, circuitos barriales y la ya expuesta. Lamentablemente nos seguimos preguntando ¿que habrá sido de las mismas? ya que por el momento no obtuvimos respuesta alguna”.
Por otra parte, manifestó como muy positivo que “se visibilizó la obra de Alejandro Bustillo, su presencia arquitectónica en la provincia ‘joven’ y en efecto en esta ciudad como lo demostraron las fuentes históricas halladas tras la búsqueda exhaustiva de investigadores del MMM3, coordinados por la doctora y arquitecta Graciela Gayeztsky junto a referentes del área, como la arquitecta Agustina Basile. Demostraron la presencia del Estado a través de sus edificios caracterizando una época, un impronta arquitectónica claramente moderna que resulta de vital importancia registrar, catalogar y conservar”.
En otro tramo, Ibáñez opinó que “el deterioro, abandono y derrumbe edilicio deberían ser los ‘restos fósiles’ de un paradigma patrimonial monumentalista. Repensar el patrimonio producido por otros sectores como lo son vecinas, mujeres, disidencias sexuales, movimientos ecológicos, campesinos o de pueblos originarios es darle participación a la comunidad en su totalidad, otra forma de resignificar espacios, edificios, artefactos históricos y tradiciones que identifican un momento determinado de nuestra historia, democratiza el saber y brinda la posibilidad de apropiarse de ellos de manera colectiva”.