Hoy quiero regalarles este corazón a todas las Mamás en su mes, precisamente porque este año es especial, diferente. Estamos viviendo momentos que nunca hubiéramos imaginados. Quiero que dentro de este corazón haya un poquito de cada una de las Madres.
Las que tienen la suerte de contar con ellas, para aquellas que tal vez las tengan cerca podrán abrazarla, las que por razones de prevención les habrán dado un saludo especial a través de una ventana de vidrio acompañando de esa manera diciéndoles aquí estamos.
No olvidemos que gracias a la tecnología seguirán recibiendo los saludos y llamados que les alegrarán todos los días a cada una de ellas.
Es muy difícil celebrar en estos tiempos, pero no olvidemos si todos tomamos conciencia y nos cuidamos podremos celebrar cualquier momento y abrazarlas porque todos los días son el día de ellas.
Y para aquellas que no estén entre nosotros es también este corazón. Que llegue a cada lugar donde se encuentren. Estoy segura que nos regalarán un abrazo de luz.
También les comparto una foto de mi madre que me tiene en sus brazos, un hermoso recuerdo. Bellas manos que al mirarlas, me traen nostalgia.
Pasó el tiempo pero creo que siempre sigues estando te recuerdo con esa alegría que te caracterizaba. Qué daría para volver a verte como en la foto, siendo yo muy pequeña.
Quisiera sentirte nuevamente hasta pedirle al universo poder retroceder para volver a recorrer todo lo vivido contigo. Hoy más que nunca te extraño, si bien hace unos años que partiste daría unos segundos para que esas manos me vuelvan a sostener como en ese momento.
El domingo del Día de las Madres, tal vez por lo que estamos pasando con esta pandemia, cuándo terminará no lo sabemos, estuvimos más sensibles y nostálgicos. Felices a todos aquellos que la tienen viva. Hoy cierro los ojos y me encantaría volver a sentir las manos de la mía.
Sé que nos acompañas desde donde te encuentres. Felicidades Madre, te mandamos abrazos de luz. Gracias, te decimos por todo.
Por: Cristina Leites