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Un joven de 26 años murió desangrado por las estocadas de cuchillo en la espalda y pecho. El dramático episodio se desató en una vivienda del barrio Oeste de Campo Viera en plena madrugada de ayer, cuando menos se sospechaba de un baño de sangre.
La víctima fatal fue identificada como Aparicio Fabián Duarte y su deceso se produjo a los pocos segundos que lo sorprendiera acostado un vecino conocido como “Chita”, tres años menor y que ingresó furioso tras saltar una ventana de la casa de madera y techo de chapas y apuñalarlo sin mediar discusión, decidido a concretar su intención de muerte.
“Chita”, con la misma agilidad que demostró para ingresar al inmueble y atacar, desapareció por la oscuridad y monte en pocos segundos.
A las 4 un cuñado de 22 años de Duarte corrió hasta el centro salud zonal implorando por auxilio médico a la víctima. Desde este lugar se dio aviso de manera inmediata a la comisaría de Campo Viera con la dirección del crimen, la calle Eva Perón del barrio Oeste.
La patrulla de la seccional más una comisión de efectivos del Comando Radioeléctrico llegaron hasta el punto mencionado y encontraron a Aparicio Duarte en el piso, inconsciente, tirado en un reguero de sangre.
Por la gravedad de las lesiones la ambulancia de Campo Viera lo llevó directo hasta el sector de Emergencias del Hospital SAMIC de Oberá, pero en vano fueron las acciones de la guardia, Duarte ya no tenía signos vitales.
Los pasos siguientes correspondieron a dar aviso al juez de turno en la Segunda Circunscripción Judicial, Horacio Alarcón, quien ordenó se envíe el cuerpo a la Morgue Judicial de Posadas, en el Hospital Ramón Madariaga para la autopsia.
Mientras se aguardaba el informe forense, la pesquisa inició el rastrillaje y búsqueda de pistas.
No robo ni ajuste de cuentas
La sospecha apuntaba a que Aparicio Duarte fue atacado por “Chita”, no en el marco de un ajuste de cuentas o en un intento de robo, sino que habría perdido la calma y buscaba lastimarlo porque estaba en pareja con una exnovia o compañera sentimental suya.
No obstante, según fuentes consultadas por PRIMERA EDICIÓN testigos lo identificaron como el único agresor y al desaparecer de su vivienda y los lugares que frecuentaba ayer, la línea de investigación parecía sostenerse con mayor profundidad.
“Chita” eligió el monte como escondite, pero anoche intentó buscar refugio en la casa de su madre. Terminó detenido en las inmediaciones por investigadores de la Unidad Regional II y de la Dirección de Homicidios de la Policía provincial.