El cementerio municipal “La Piedad” de Posadas fue creado el 1 de noviembre de 1879, coincidentemente en el mismo año en que la ciudad pasaría a denominarse como tal, dejando de lado su denominación anterior de Trinchera de San José.
Según datos recolectados por el profesor de historia Rubén Bravo, autor de la tesis “Necrópolis La Piedad: Significante y significado en la formación y evolución de la sociedad de Misiones 1872-1930”, hubo en la ciudad al menos cuatro cementerios anteriores a la actual “La Piedad”.
El primero del que se tiene conocimiento -por escritos y reseñas de antiguos vecinos, que fueron pasando de generación en generación- fue el vinculado a la capilla San José (actual Catedral de Posadas), que estaba al costado de dicha edificación religiosa.
Pronto, con el crecimiento de la ciudad a partir de la construcción de la plaza 9 de Julio, la Casa de Gobierno y los negocios aledaños, ese cementerio en pleno “corazón” capitalino debió ser relocalizado y se trasladó a la chacra 42, en inmediaciones de los hoy históricos barrios Tajamar y Patotí.
Esto ocurrió en 1872 y, según se explicaba a través de un acta municipal, dicha reubicación tenía como fundamento “apartar” el recinto mortuorio de la zona céntrica y de las edificaciones que había a su alrededor.
Los restos humanos que quedaban en la necrópolis contigua a la actual Catedral fueron trasladados a una fosa común y en junio de 1873 se habilitó el nuevo cementerio entre las avenidas Corrientes, Centenario, Alem y Gendarmería Nacional.
Pero pronto volvió a quedar muy cerca de la zona densamente poblada de Posadas y, además, el predio quedó chico y abarrotado. Por ello se decidió un nuevo traslado, en este caso a su emplazamiento hasta ahora definitivo, en la chacra 60.
Un signo de modernidad

En ese momento, esa encrucijada de las avenidas Almirante Brown, Tomás Guido, Martín Fierro y Santa Catalina era uno de los lugares más alejados del ejido urbano.
“La ubicación se elige en pos del sentido de la modernidad de la ciudad y también porque en esa época se decide apartar a la necrópolis de la administración religiosa, para transformarla en un cementerio público más allá de la religión que profesara el difunto o sus familiares. También, por una cuestión higiénica, se separa el camposanto de los lugares más habitados en ese entonces. Además, se tomó en cuenta las corrientes eólicas para proteger a la población de las pestes y epidemias reinantes en esa época. Así, se ubicó al oeste de la ciudad, para que los vientos norte-sur o sur-norte no se acercaran al casco urbano de Posadas”, explicó en su momento a PRIMERA EDICIÓN el profesor Rubén Bravo.
Más importante pero no el único
En Trincheras de San José, antes de ser Posadas, además del cementerio ubicado al costado de la capilla San José (actual Catedral), había otro cerca de donde hoy se encuentra la Escuela Normal Mixta Estados Unidos del Brasil y un tercero más, apostado en los alrededores de las antiguas vías del ferrocarril, sobre la avenida Roque Sáenz Peña.
A ellos se suma el actual cementerio “La Piedad” en la chacra 60, creado ya bajo la denominación de la ciudad como Posadas.