Einstein:
El campo es la única entidad gobernante de la partícula, por lo que el campo invisible da forma al mundo físico.
Bruce Lipton:
El campo son fuerzas en movimiento que influyen al mundo físico y la definición de espíritu es igual: fuerzas invisibles en movimiento que definen el mundo físico, o sea que espíritu y campo son la misma cosa. Nuestros pensamientos generan un campo energético, los pensamientos de personas saludables generan salud y las personas que viven con miedo e inarmonía generarán un campo que dará enfermedad, entonces, curarse significa, no cambiar el mundo físico o celular, sino el campo o sea el espíritu, la creencia o la mente.
Esto cambia la visión sobre la salud, diciéndonos qué, si cambiamos la mente, cambiamos el campo y podemos controlar la salud, dejando de ser víctimas a ser muy poderosos.
Neville Godart:
El mundo invisible manda, gobierna, domina al mundo visible. Con los 5 sentidos veo el mundo visible, con la imaginación veo el mundo invisible, ambos mundos son 100% reales y para que algo aparezca en mi vida, primero lo tengo que haber imaginado.
Con la imaginación accedemos al mundo invisible que es un mar infinito de posibilidades, una vez allí tomamos lo que queramos el tiempo necesario hasta que el deseo tome cuerpo forma y color, o sea que con la imaginación no creamos nada, sino que le damos forma, color y solidez a lo que ya existía, o sea que todo ya lo tenemos. Declarémosnos ya poseedores de lo que queramos. Cuando deseamos e imaginamos, NO fantaseamos, tarde o temprano se materializará.
Debemos reprogramar la conciencia cuidando nuestras expresiones; ejemplo, si digo: “Dios sabe lo que es mejor para mí”, estoy aceptando no saber lo que quiero.
También tenemos que llevar la conciencia al nuevo significado de deseo, pues no significa querer algo que careces, este es un concepto erróneo, el deseo es una notificación mandada por Dios en ti, de que ya tienes algo en tu vida y no te habías dado cuenta, es su voz diciéndote que tienes algo y que no sabías que lo tenías ahí y para recibirlo debes imaginarlo.