Mañana, tarde o noche, ¿da lo mismo? Sin duda, hacer alguna actividad física es bueno más allá del horario del día que se elija. “Como dato inicial hacer ejercicio es bueno, no importa en qué horario.No vamos a dejar de entrenar porque no podemos hacerlo en los horarios ideales”.
Sse aconseja cumplir 150 minutos a la semana de ejercicio aeróbico y dos a tres veces por semana de ejercicio de resistencia. “La suma de ambos mejora nuestra sobrevida.El ejercicio es la vacuna del siglo XXI”.
Incluso si se trata de ejercicios de baja exigencia como una caminata de 10 a 15 minutos. “No hacer nada es mucho peor que hacer poco.A veces poco, resulta mucho. Si el modelo a seguir es Instagram uno se pone la vara muy alta, quizá la persona mira en las redes a chicos musculosos y chicas fit y se frustra. Pero si el objetivo es vivir más y mejor es fundamental el ejercicio moderado constante”.
¿Qué conviene?
“Los corredores de élite logran sus mejores récords entre las 19 y 21 horas porque al transcurrir el día los músculos anduvieron, están más fortalecidos y corren menos riesgo de lesiones que a primera hora de la mañana” pero esto es sólo un dato específico para runners.
Quienes entrenan por la mañana, muy temprano tienen un mayor riesgo de lesionarse porque el cuerpo sale de un estado de somnolencia. Sin embargo, el beneficio de este horario es que el cuerpo tiene más energía.
Si se entrena por la tarde, los músculos llegan con mayor resistencia y baja el riesgo de lesiones. Pero si el entrenamiento queda para última hora del día, como pueden ser las 20 o las 21, el cansancio puede pesar e influir en el rendimiento y otro aspecto negativo es que la persona puede además experimentar trastorno del sueño.
Altera el ritmo del sueño y entonces le cuesta más dormirse. Esto sucede porque con el ejercicio las mitocondrias oxigenan los músculos y los tejidos, se activan las endorfinas y esto genera una excitación. A la persona le cuesta conciliar el sueño y al otro día está muy cansada.
“En este punto es importante considerar el tipo de ejercicio que se realiza. No es lo mismo salir a caminar al parque que es un ejercicio relajante, que tiene como objetivo fortalecer los músculos y disfrutar, o hacer una clase de pilates o yoga, que jugar un partido de fútbol, salir a correr o realizar algún tipo de actividad física más vigorosa”, ojo con este dato.
Las actividades que no son tan enérgicas no influirán de manera considerable sobre el descanso nocturno.
“Al fin y al cabo, no importa tanto el horario sino que la persona haga ejercicio. Si bien hay pros y contras de entrenar en tal o cual horario, la contra más grande es no hacer nada”.