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Aplicado en los primeros días de la infección, cuando los síntomas son muy leves, el plasma de convaleciente tuvo una eficacia del 61% en evitar la enfermedad grave en adultos mayores de 65 años.
Esta es una de las conclusiones preliminares del estudio “Evaluación de eficacia de la administración de plasma de convaleciente en forma temprana contra el COVID-19 en adultos mayores”, encabezado por el infectólogo argentino Fernando Polack, que fue presentada ayer luego de seis meses de investigación clínica.
La Fundación Infant, que preside el prestigioso infectólogo Polack, compartió con los medios estas alentadoras conclusiones del estudio que a diferencia de otros realizados hasta el momento, “tiene la característica central de administrar el plasma en los primeros días de infección. Nosotros siempre pensamos el plasma como administración temprana”, explicó Polack quien estuvo acompañado por otros profesionales del equipo de investigación, entre ellos Diego Wappner, Gonzalo Pérez Marc y Romina Libster.
Administrado a tiempo, “transforma al coronavirus en catarro”.
Y los resultados iniciales recogidos son alentadores: “El plasma funciona si el donante tiene los anticuerpos suficientes. Funciona cuando es administrado antes de las 72 horas. Funciona para pacientes leves, no graves. Hay un tiempo donde se puede administrar y si no es demasiado tarde. Y funciona en pacientes de más de 65. Transforma al coronavirus en un catarro”, remarcó Polack.
Según explicaron los investigadores, quedó demostrado también que el plasma funciona en pacientes con comorbilidades, ya que un alto porcentaje de los pacientes en los que lo probaron tenían enfermedades preexistentes: un 30% eran diabéticos, un 75% hipertensos y estos “tuvieron una buena saturación”.
Los resultados de la investigación fueron aún mejores en mayores de 75, donde se alcanzó cerca del 70% de efectividad. Los voluntarios fueron 170 en total, la mayoría mujeres, con un promedio de edad de 77 años.
Con estos resultados, Polack consideró que puede “cambiar el foco de a quien darle plasma”. Aún es temprano para saber cómo será el nuevo protocolo, pero el experto adelantó que “nos reuniremos con la autoridades para que sea posible que los pacientes mayores de 65 años leves lo reciban”.
Y anticipó además que se definirá un criterio operativo para determinar el momento del tratamiento, “es un criterio equiparable al momento en que se asigna a alguien como caso sospechoso, con fiebre o tos”.
Poco eficaz para pacientes con neumonía
La gran expectativa que se generó en el país sobre el plasma de convaleciente como tratamiento para pacientes graves con COVID-19 se fue diluyendo desde julio, cuando no se registraban los resultados esperados en los pacientes.
Finalmente, a principios de octubre se difundieron datos de un estudio coordinado por el Hospital Italiano de Buenos Aires en doce centros de salud de la Argentina que evaluó la eficacia del plasma de convaleciente en pacientes con neumonía severa. Las conclusiones del ensayo, en el que participaron 334 infectados, fueron poco alentadoras.
“Los resultados del estudio PlasmAr muestran que entre los pacientes hospitalizados con neumonía por COVID-19 con criterios de gravedad, el uso de plasma de convaleciente no produjo un beneficio clínico significativo a los 7, 14 o 30 días de seguimiento en comparación con el uso de placebo”, detallaron.