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“La diabetes es una enfermedad crónica progresiva que no tiene cura y que no distingue edad, sexo o raza”, dijo a PRIMERA EDICIÓN la especialista en diabetes y miembro de la Sociedad Argentina de Diabetes, Elizabeth Mendez.
Según explicó, las personas que padecen esta enfermedad, tienen una alteración en la cantidad de insulina fabricada o cuando su cantidad es normal pero, por una resistencia del cuerpo ante esta hormona, no puede actuar de manera eficaz.
“Todos somos insulino-dependientes, necesitamos de la insulina para llevar a cabo las funciones básicas de nuestro organismo, pero los diabéticos presentan una alteración principalmente en el páncreas, el órgano encargado de fabricar esta hormona”, señaló.
Al no contar con la suficiente cantidad de insulina, “esto trae como consecuencia una alteración del metabolismo que se sostiene en el tiempo y, en caso de no tratarse, empeora progresivamente. Primero afecta a las pequeñas arterias: la microcirculación genera complicaciones crónicas a nivel renal, a nivel de las retinas y a nivel de las terminaciones nerviosas. Cuando afecta a las grandes arterias es cuando hay riesgo de muerte, a causa de ACV, infartos y otros”, destacó Méndez.
Tipos de diabetes
Esta enfermedad crónica tiene varios tipos que, según del que se trate, presentará diferentes síntomas, factores de riesgo y tratamientos. Pese a que su tipología es variada, la diabetóloga enumeró las tres más frecuentes: Tipo 1, Tipo 2 y de gestación.
La primera, antes denominada diabetes infanto-juvenil ya que se presenta más en chicos que en adultos, ocurre cuando el páncreas no fabrica suficiente cantidad de insulina. “Este tipo representa al 10% de la población con diabetes y al desconocerse las causas exactas que la originan, no puede hacerse prevención aunque sí un tratamiento que mejore la calidad de vida”, sostuvo.
En este caso, los síntomas son variados e incluyen: “pérdida de peso, sed intensa, necesidad imperiosa de orinar, fatiga extrema, y si no se hace un tratamiento en el momento indicado puede llevar a la muerte”, señaló.
La diabetes Tipo 2, “responde al 90% de los casos de diabetes y en este tipo hay una relación directa con el sedentarismo, el sobrepeso y obesidad y en donde uno de los factores de riesgo más importantes es el componente hereditario”, explicó.
Además, a diferencia de la de Tipo 1, “en este caso la prevención es fundamental, ya que más del 50% de estos diagnósticos pueden evitarse”, aseguró. En este sentido, remarcó la importancia de tener un estilo de vida saludable que incluya una alimentación sana y la realización regular de alguna actividad física, de al menos 30 minutos diarios.
Finalmente, Méndez se refirió a la diabetes gestacional que “es la que se diagnostica durante el embarazo”. Pese a tener factores de riesgo en común con la de Tipo 2 como ser el componente genético, el sobrepeso, obesidad, hipertensión arterial y colesterol alto, la gestacional tiene otras causas particulares: “La edad avanzada de las madres, antecedentes de abortos, malformaciones, antecedentes de hipertensión durante el embarazo, haber tenido diabetes gestacional en embarazos previos o haber dado a luz bebés de más de cuatro kilos, entre otros factores, pueden ocasionar diabetes gestacional”, expuso.
Asimismo, la especialista alertó que “si no hacen un cambio de vida luego del parto, estas mamás tienen altas probabilidades de contraer diabetes de Tipo 2”. En este sentido, destacó que “el 70% de las mujeres que tuvieron diabetes gestacional, tuvieron luego diabetes de Tipo 2 por no haber incluido un estilo de vida saludable. Si no hacemos una programación del embarazo y los controles adecuados, ésto impacta exponencialmente en la salud de las mujeres”.
Pilares claves del tratamiento
Si bien la diabetes no se puede curar, “se puede tener una buena calidad de vida si el paciente adhiere a los tratamientos adecuados”, dijo.
Al respecto, subrayó la importancia de elaborar un plan de alimentación saludable y realizar actividad física, además de seguir el tratamiento farmacológico recomendado por el médico.
Por otra parte, la especialista destacó que el pilar fundamental del tratamiento, es la educación diabetológica: “es clave que el paciente se informe porque le permite tener las herramientas necesarias para tomar las decisiones correctas respecto a su salud”, dijo.
“El diabético puede pasar horas en el consultorio, ir a cada control y tratamiento, pero una vez que está en su casa tiene que responsabilizarse de sus acciones y vemos que no siempre los caminos que toman son los más adecuados. Queremos disminuir las complicaciones crónicas pero más que nada queremos prevenirlas de la mano de la educación y concientización”, subrayó.
Diabetes en cifras: hoy se conocerá el impacto de la pandemia
Actualmente, más de 460 millones de personas en el mundo están diagnosticadas con diabetes.
Sin embargo, Méndez remarcó que “esa cifra responde a los datos del año pasado, porque las estadísticas se actualizan cada 14 de noviembre y es la Federación Internacional de Diabetes (FID) es la encargada de publicar los datos anuales”.
Respecto a las cifras que se divulgarán hoy, Méndez estimó que “seguramente van aumentar significativamente, evidenciando el impacto que tuvo esta pandemia. Esto es sabido, porque también aumentó el sobrepeso, la obesidad y el sedentarismo, los tres factores más influyentes en la diabetes”, sostuvo.
Por otra parte, también alertó respecto a la encuesta federal de factores de riesgo que se realizó en el 2018 por el Ministerio de Salud de la Nación. Según explicó la especialista, “allí se mostró un aumento importante en la prevalencia a nivel nacional en relación a la encuesta del 2015. En ese año la prevalencia fue de 9,8% y en el 2018 fue de 12,7%. Lo mismo ocurrió en Misiones: de 9,5% aumentó a 13,7%. Una de las provincias con mayor índice de prevalencia”, concluyó.
Coronavirus y diabetes
La última muerte por coronavirus en Misiones fue la de un joven que padecía sobrepeso y diabetes. Al consultarle sobre la relación entre la enfermedad infecciosa y la diabetes, Méndez explicó que “según lo notificado por la Federación Internacional de Diabetes, el 50% de las personas que tuvo COVID-19 eran pacientes diabéticos”.
Y aunque aclaró que “si bien no es una enfermedad que predispone al contagio del virus, una vez que se contrae COVID, tener diabetes hace que la evolución de estos pacientes sea más compleja”, aseguró.