La Comisión Bicameral Mixta de Movilidad Previsional del Congreso de la Nación, aprobó el dictamen de la ley de reforma jubilatoria. Si se aprueba, la nueva fórmula deja de lado la actualización de los haberes por inflación. E incorpora la suba de salarios -a partir del coeficiente RIPTE- y de la recaudación para los futuros cálculos.
El defensor de la Tercera Edad y gerontólogo, Eugenio Semino, ratificó su oposición al cambio que impulsa el Gobierno nacional.
En diálogo con el programa “Aire de Sábado” por FM de las Misiones 89.3, lamentó que ante cada Gobierno “Todo cambia, lo único que empeora es la condición de los trabajadores jubilados. Digo trabajadores porque, en paralelo, hoy pareciera ser que se está discutiendo el monto de un subsidio y la discusión de si hay plata para pagarlo o no; pero nadie tiene presente que, quien se jubiló y los que no nos jubilamos todavía, aportamos 30 o 40 años durante toda nuestra vida, para que el sistema nos pudiera devolver algo así como el 10% o 20% de todo lo que aportamos y que -evidentemente- fue desapareciendo a través de las diversas administraciones”.
Dijo que “es muy patológico en términos históricos porque las sociedades no se manejan así. Pueden tener, y todos los sistemas en el mundo han tenido crisis, pero acá directamente se van cambiando reglas de juego permanentemente”.
Eugenio Semino advirtió que “en los tres últimos años, desde 2017 al día de hoy, los haberes jubilatorios perdieron el 40% de su poder adquisitivo: 6 puntos que no le fueron acordado fueron pagados a los jubilados en diciembre del 2017 en el llamado factor empalme, en el cambio de fórmula. Esto no lo digo yo, sino que fue la Corte Suprema que es una deuda del Estado para los 6 millones de jubilados”.
Agregó que “En el 2018/2019, los haberes perdieron 20 puntos en relación con la inflación, inclusive el actual Presidente, candidato en ese momento, hizo su campaña diciendo que iba a reintegrar esos 20 puntos ni bien asumiera, cosa que no ocurrió, nunca se reintegraron. Es más, ni bien asumió, declaró la emergencia previsional por lo cual, suspendió la vigencia de la fórmula y se dieron en los trimestres todos ajustes hacia la baja, sobre todo el más notorio el del mes de marzo, porque se aplicaron índices decrecientes de las jubilaciones mínimas hacía las de más alto rango”.
Reclamos judiciales
Si avanza en el Congreso esta reforma, también podría judicializarla como hizo con los casos posteriores: “Nosotros ya tenemos judicializado el carácter de la emergencia previsional y los tres ajustes que se hicieron hasta ahora. Llegamos por vía del per saltum a la Corte Suprema el 18 de marzo pero, luego, vino la larga feria judicial. Lo hicimos a través de un amparo colectivo, es decir para los jubilados de todo el país y para no volver a lo que ya hemos vivido con los casos Badaro y demás, donde se hicieron miles de juicios y hubo cientos de miles de jubilados que murieron a la espera”.
En ese sentido, Eugenio Semino adelantó que “vamos a reiterar la semana que viene a la Corte, que tiene conocimiento de los expedientes, que se expida al respecto, porque fíjese que este tema que implica la vida de 6 millones de argentinos no está ni el la agenda política ni en la judicial. Hay grandes discusiones en la agenda judicial que está relacionada con la agenda política, es decir, como que todo eso se moviera al margen de la realidad cotidiana de ese jubilado que tuvo que salir en plena cuarentena a trabajar. Por lo menos en el AMBA fue así porque, o le ponía el cuerpo al virus o se moría de hambre dentro de la casa”.
Además harán una presentación a la Comisión Interamericana de Derechos Humanos “porque Argentina fue el país tratante en la Convención Interamericana de Derechos Humanos de Personas Mayores que se firmó en el año 2015, y se convirtió en Ley de la Nación en el año 2017, así que vamos a hacer la denuncia ante la comisión para llegar a la Corte Interamericana”, aseguró el Defensor.
La mínima no cubre la canasta básica
Eugenio Semino denunció que “La situación -desde le punto de vista humanitario- para con el adulto mayor en la Argentina yo le aseguró que es gravísima. Yo estoy presidiendo la Sociedad Iberoamericana de Geriatría y Gerontología, por lo cual tengo el comparativo con el resto de países de América y de Europa, y estamos en una de las peores situaciones de los países latinoamericanos, cuando Argentina fue el primer país de Latinoamérica que tuvo un sistema previsional, de salud”.
Respecto a la fórmula de actualización que se requiere, Semino aseguró que “hoy, cuando 4 millones de jubilados ganan 18 mil pesos y de los 2 millones restantes la media es 26 mil pesos, la fórmula la tiene que hacer Mandrake, si se supone que con una fórmula se quiere mejorar la situación del jubilado. La gran discusión que debiera hacerse es directamente ver cómo se recompone el haber, porque ningún argentino puede vivir con 18 mil pesos. No hay político de ningún partido, sector, o espacio que me pueda demostrar a mí o a usted o a nadie que con ese dinero se puede subsistir”.
A su vez, reveló que “para la vida del adulto mayor en grandes ciudades con gastos de vivienda, se necesitarían más de 45 mil pesos para tener una vida digna, por lo cual cuando uno contrasta esa realidad con los haberes, son irrisorios. Es más, se ha convertido en un mero subsidio la jubilación. Vale decir que perdió su calidad en cuanto a derecho, el subsidio es una atribución del príncipe que da lo que desea o lo que sobra de otro tipo de obligación”.
Consultado acerca de si este sistema previsional en este contexto tiene futuro: dijo que “No, no lo es al día de hoy, salvo que se suponga que la sustentabilidad lo da el mero hecho de tener un subsidio, por eso hay que acelerar los tiempos para mejorar esto seriamente. Yo no veo ningún debate en ese sentido, inclusive discutir las fórmulas, si va a dar un 1% más o menos no resuelve absolutamente nada”.