
El acusado ya se había expresado en la primera jornada de juicio en el Tribunal Penal de Eldorado, donde se refirió inocente de las denuncias de abuso de su hija. Ayer, antes que se dictara la sentencia volvió a hacer uso de la palabra y reiteró que no era el autor de los hechos que se le endilgaban. Sin embargo, por las pruebas obradas en el expediente y los datos recolectados durante el debate, finalmente terminó condenado a 16 años.
Se trata de un hombre de 45 años de profesión changarín, que como adelantó este Diario había sido denunciado por su hija de 21 años por haberla atacado sexualmente durante años, prácticamente desde que ella tenía 6.
En esta cuarta y última audiencia sólo restaba que al acusado se le diera la posibilidad de decir sus últimas palabras antes de que los magistrados se retiraran a debatir el fallo. Nuevamente indicó que era inocente, que había sido víctima de un complot entre su esposa y su hija para quedarse con sus bienes. Reconoció que había sido un padre muy estricto pero que no había cometido los abusos. En este sentido consideró que los jueces debían absolverlo.
Luego de un cuarto intermedio los magistrados Atilio León, Lyda Gallardo y Silvia Beatriz Komisarski (subrogante), regresaron a la sala y procedieron a la lectura de la sentencia.
El imputado fue hallado culpable de los delitos de “abuso sexual con acceso carnal en grado de tentativa, calificado por el vínculo -dos hechos- en concurso real, abuso sexual gravemente ultrajante calificado por el vínculo -dos hechos- en concurso real que concurren en forma material o real con la tentativa y concurren en forma real con los delitos de abuso sexual con acceso carnal reiterado -cinco hechos- en concurso real entre sí y con los otros abusos y todos los hechos concurren en forma ideal con la promoción de la corrupción de menores calificada por el vínculo”, hechos previstos en el artículo 119 del Código Penal Argentino. Acto seguido, el ya condenado fue trasladado de regreso a la Unidad Penal III del Servicio Penitenciario.
El caso
Los hechos comenzaron cuando la familia residía en Puerto Rico y la menor contaba con seis años de edad. En esos días el padre había comenzado con los manoseos a la pequeña. Por cuestiones laborales se mudaron a Eldorado, donde el hombre continuó con los tocamientos siempre sin que lo supiera su esposa y madre de la niña.
Cuando la víctima ya tenía trece, reveló en una cena familiar que había tenido su primera experiencia sexual con un adolescente. Esto enfureció al padre quien cuando su esposa no estaba en la vivienda comenzó a accederla carnalmente.
Cuando la joven ya había cumplido los 18 se lo contó a su madre, pero por temor a represalias contra ella o contra su progenitora de parte de un hombre que tenía un carácter severo, optaron por callarlo.
A sus 21, la joven ya cursaba la universidad, y en la mesa de un examen presentó un trabajo final referido a abusos sexuales. Los docentes no tardaron en darse cuenta que estaban frente a una víctima y le recomendaron denunciar.