Frente a esa sede policial, pidieron que se esclarezca un supuesto caso de torturas cometidas contra dos menores en esa dependencia de la Unidad Regional I, el pasado 12 de noviembre.
La misma estuvo encabezada por los padres de dos niños de 12 y 9 años, quienes son los que impulsan la denuncia contra los efectivos y supuestos responsables.
Fueron recibidos e informados que además de la investigación que lleva adelante el Juzgado Correccional y de Menores 1, la fuerza instruye tareas administrativas para establecer o deslindar responsabilidades en el caso.
Oportunamente este Diario había tomado contacto con una fuente directa de parte de los policías acusados, desde donde manifestaron tener absoluta tranquilidad porque la comisaría tiene cámaras de seguridad tanto adentro como afuera y que las imágenes están a disposición de la Justicia en cualquier momento para desmentir de algún modo la acusación.
El padre de los menores había hecho público el caso hace unos días y según consta en la denuncia, manifestó que sus hijos fueron “abofeteados” por un oficial y dos agentes de la comisaría mencionada y que incluso les cortaron el cabello sin autorización