El olfato es de los sentidos el más menospreciado,
sin ningún porqué lo dejamos de lado
siendo que es, de todos los sentidos
aquel que es más primitivo.
Si en ocasión es éste el que interviene,
los detalles en despliegue a la memoria se vienen;
llama a los recuerdos sin forzar,
es hora de que lo empecemos a estimular.
Con él los griegos la psiquis sanaban,
los tibetanos con sonidos lo conjugaban
para a otras dimensiones transportar su Ser
y en oleadas de amor se dejaban mecer.
Son los cinco los que nos conectan a esta realidad
Y en otros planos es el olfato el que nos da la identidad.
Si en estos pocos versos le hemos encontrado otra utilidad,
¿no será que debemos explorar su potencialidad?
Sabido es que nos los han sido disminuidos,
en el juego de la evolución lo hemos permitido.
Es tiempo hoy de su capacidad original recuperar
y a nuestro divino estado regresar.
Como espíritus de energía radiante vivíamos en el Edén de la unidad y al elegir hacer este camino de evolución nos cubrimos con la piel del hombre por el tiempo que dure el dominio de la razón.
Al encarnar con un ADN disminuido y alterado perdimos nuestra capacidad de amar incondicionalmente y con ello nuestro poder y el de nuestros sentidos.
Éstos se iban adaptando a las necesidades, así el olfato es el que necesitábamos en la infancia de la humanidad, casi como los animales que huelen a kilómetros la hembra en celo para poder mantener la especie.
Mientras que el estilo de vida actual lo ha reducido a su mínima expresión llegando a ser menospreciado, siendo que los espíritus cuando se presentan se nos dan a conocer por el olor, así la virgen se presenta con olor a rosas o el maligno a azufre.
Este es el tiempo de recordar para poder despertar del estado de ensoñación en que nos encontramos al creer que somos el cuerpo que contiene la maravilla que verdaderamente somos.
Es menester trabajar con nuestros disminuidos sentidos, de los cuales el olfato es el que mejor calca la imagen y trae al presente los detalles del recuerdo y jugar conjugándolo con otros en meditación.