A estas alturas del año la ansiedad muchas veces nos desborda, pero no tiene permiso para interferir negativamente en nuestro estado más mágico de la época. Un potente interruptor de negatividades de activando la palabra Gracias.
Existen muchas herramientas para poner en práctica, puede usar la palabra cien veces al día cada, otra forma es colocarla (imaginariamente) en cada pie así cada paso que demos llevará un “Gracias”.
Claro que no todo es tan fácil si necesitamos limpiarnos de sentimientos de tristeza, angustia, decepción y tantos otros indeseables. La única manera para que esas emociones feas se alejen de mi mente, de mi vida, de mi sentir y se vayan bien lejos, al universo, es dejándolas ir y tomando rápidamente las que sí nos gustan sentir.
Primer paso para descargar: nos descalzamos (donde sea que deseemos estar, puede ser estando ya en la ducha) sobre el piso, la tierra, el pasto, abrimos los brazos y con fuerza (aunque crean que estás loca o loco vale para todos los seres humanos) decimos: “Gracias feos, malos sentimientos, los dejo ir, ya no los necesito en mi vida. Ahora la alegría es parte de mi, elijo ser feliz, elijo sentir todo lo bueno porque quiero y me lo merezco”.
Pueden repetirlo varias veces hasta sentir que ya son felices, ahí recién dice: “¡Gracias! Buenos sentimientos, les doy la bienvenida a mi casa, mi mente, mi cuerpo, mi vida entera”. Cada vez que la mente les recuerde que antes eran “tristes”, “víctimas” y todo lo demás, vuelvan a decir Gracias y recuerden ese preciso momento en que decretaron su nueva vida. Para recordarlo pueden hacer un gesto como el chasquido de los dedos, aplaudir, silbar, o lo que les sirva para recordar y diga: “¡Cierto! Gracias por recordarme que elegí ser feliz”.
Bueno, a partir de ahora, en este precioso momento de lectura de esta revista tan mágica, con tanto contenido para llevarme en mi camino de crecimiento, ahora tomo un lápiz y un papel. Puedo esforzarme y elegir un lindo papel en el que comenzaremos la lista de agradecimientos.
Por ejemplo voy a recordar Enero, ¿qué me pasó de lindo en ese mes? ¿Qué hice de lindo? Estaba con vida, el cuerpo entero y ¿qué más? Ya recordarán, quizás el día exacto no, pero recordarán y escribirán Gracias por… Así seguirán la lista todo el mes, todos los meses, recordando pasos, momentos vividos, encuentros, aprendizajes (me sumé a un zoom), talleres, conocieron personas.
Cada quien sabe qué. La lista comenzará a crecer y tendrán que dejar para mañana continuar con algunos meses hasta llegar hasta hoy que dirán Gracias porque es el día en que decidí ser feliz y lo sigo siendo hoy. Y ¡A vivir la vida como Dios manda!