Sin el transporte de las mercaderías, ciudades, provincias o países se podrían ver desabastecidos de las mismas, que resultan muchas imprescindibles para la vida cotidiana de los habitantes.
Este 2020, con una pandemia que paralizó al mundo por varios meses, provocó que muchas actividades cesaran por decisión de los gobiernos, para preservar la salud de los trabajadores y, a su vez, evitar que se contagien de coronavirus.
Sin embargo, cientos de hombres y mujeres misioneros y argentinos que se desempeñan como choferes de camiones siguieron transitando las rutas y caminos no sólo de la Argentina sino del MERCOSUR, para evitar precisamente que la gente se quede sin alimentos, medicinas, combustibles, repuestos, insumos para la industria y el comercio, por mencionar algunos elementos.
Sin esos trabajadores camioneros, la Argentina no habría continuado exportando su producción, a pesar de las restricciones y cierres de fronteras que se produjeron en los cinco continentes.
Actividades todas que dieron vida a la economía de las provincias en momentos tan difíciles como el que atravesamos en estos momentos, en beneficio de las diferentes localidades y países recorridos, con el objetivo de dar mayor valor al trabajo de decenas de rubros productivos.
Por eso decimos que en este 2020, año que no podremos olvidar nunca, por estar marcado a fuego con la emergencia sanitaria y epidemiológica, los camioneros de Misiones y del resto del país fueron parte de una actividad más esencial que nunca para la Argentina.
Arriesgando sus vidas
Esos camioneros que hoy celebran su día, arriesgaron su salud como la de sus familias y seres queridos. Muchos de estos trabajadores son parte de la extensa lista de víctimas del COVID-19, entre ellos los hay de Misiones.
Se expusieron al contagio en los miles de kilómetros recorridos durante lo que va de la pandemia, encontrándose muchas veces con falta de apoyo y aliento a la tarea. Al pasar por algunos lugares sin poder bajar a un sanitario, a comprar comida o bebida, a descansar aunque sea unos minutos tras largas horas al mando de las unidades.
En peores situaciones, fueron discriminados dentro y fuera del país, maltratados por quienes los veían como una amenaza sanitaria, cuando el propio camionero fue el que más buscó prevenir los contagios.
Son los mismos camioneros que debieron soportar horas de espera en centros de frontera o de aislamiento sanitario, hasta que los nuevos protocolos se fueron adaptando a la pandemia.
Hoy, en este 15 de diciembre, muchas de esas cosas no han cambiado. Pero el temple y la vocación de los camioneros logran sobreponerse ante cada adversidad para cumplir los objetivos.
Los camioneros siguen dejando horas y días sin estar con las familias, amigos y demás seres queridos para que Misiones y el país sigan activos, continúen trabajando y produciendo.
Por ello, hoy más que nunca, decimos ¡GRACIAS CAMIONEROS DE MISIONES! Que pasen un muy feliz día en cada pueblo que transiten, en cada ruta que recorran o en casa, disfrutando de un merecido descanso para recargar energías.