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Miedo es lo que sienten los cinco docentes jubilados de Marea Blanca que el viernes estuvieron reunidos durante casi una hora con el coordinador de gabinete del Instituto de Previsión Social (IPS), Hugo Irala, uno de los funcionarios de este organismo que este lunes dio positivo para COVID-19.
“Estuvimos en contacto directo, en una oficina, durante casi una hora con el funcionario. El lunes 14 ya era sabido en ámbitos gubernamentales que el nombrado funcionario arrojó positivo para el COVID-19. A pesar de ello no hubo hasta el momento alerta oficial para la trazabilidad de contagios destinada a quienes, en situación de riesgo etario, estuvimos compartiendo circunstancias que hacen presumir posibles contagios. Si bien se respetaron los protocolos de prevención, éstos no tienen la continuidad necesaria en otros actos sanitarios o preventivos, ya que nos enteramos de los hechos por un periodista. Tras lo cual confirmamos debidamente la novedad, con averiguaciones propias, y no por acciones de oficio gubernamental. Por ello, como parte de un colectivo interesado, informo esta lamentable novedad, con la intención de trasmitir la evolución temática que podamos registrar a futuro”, expresaron los jubilados de Marea Blanca.
En diálogo con PRIMERA EDICIÓN, Alberto Holtz, lamentó que “no nos avisaron a los que estuvimos en esa reunión que Irala dio positivo, cuando nos enteramos por nuestra cuenta decidimos aislarnos… estamos muy asustados porque todos somos personas de riesgo. En mi caso, me senté al lado de Irala, quiero hacerme el test mañana; no sólo tengo miedo por mí sino también por mi señora y mi familia”.
Confirmó que durante la reunión se respetaron los protocolos, tanto de distancia, uso de barbijos, ventilación e incluso de mantuvieron las ventanas abiertas y el aire acondicionado apagado.