
La obra privada vive un boom en todo el país. Es que las limitaciones para adquirir dólares, la imposibilidad de gastar los ingresos en algún viaje, una fiesta familiar o con amigos, generaron de alguna forma que este remanente en efectivo se volcara en muchos casos a algún proyecto vinculado a ampliar o refaccionar la vivienda.
En este escenario, los materiales de la construcción sufren variaciones mensuales de precios y en el caso del ladrillo la suba alcanzó niveles siderales. Desde agosto de 2018 hasta la fecha, sólo este producto registró un aumento superior al 300% en Misiones.
Así lo confirmó a PRIMERA EDICIÓN el presidente de la Cámara Misionera de Empresas Constructoras y Afines (CAMECA), José Garay, quien indicó que las variaciones de precios son mensuales para los distintos materiales.
“Varios de los costos están acompañando la inflación, tratamos de ver cómo lo sobrellevamos. Lo que más saltó fue el ladrillo que ante la escasez y la alta demanda tuvo un fuerte aumento, pero también venían con precios muy atrasados debido a que tenían muy pocas ventas. Sólo entre agosto de 2018 y agosto de 2019 subió hasta tres veces y medio su precio, pero fue un caso excepcional por el retraso que tuvo en su tiempo, es un costo que nos hace variar bastante las construcciones de las viviendas”, detalló Garay.
Asimismo, apuntó que el cemento sube todos los meses su precio entre un 4% y un 5%. “Todos los principios de mes el precio del cemento varía, sobre todo desde que se comenzó a construir un poco más”, asestó.
Otros productos que registran variaciones mensuales son las chapas y el hierro. “Hay meses que suben un 10% y otros que bajan un 3%”, precisó.
Cabe mencionar que el fin de semana el precio de la bolsa de cemento pasó de $780 a $830, mientras que el ladrillo cerámico de 12x18x25 centímetros hoy tiene un valor de 35,50 pesos, según informaron desde la CAMECA.
Desabastecimiento
El fuerte aumento de la demanda de materiales de construcción no fue acompañado por la oferta. Esta situación está generando actualmente algunos inconvenientes en el abastecimiento.
“La pequeña obra privada ha crecido mucho. Aumentó mucho la demanda de materiales de construcción y se sacó del mercado muchos productos que antes estaban disponibles. La gente aprovechó e invirtió en ladrillos”, explicó el titular de la CAMECA.
Manifestó que, además de los problemas que tienen algunas fábricas con el despacho de insumos por las medidas sanitarias relacionadas con el coronavirus, también hay casos de especuladores de precios.
“Algunos especulan con los movimientos que tuvo el dólar y esto provocó una merma de entregas a los proveedores”, resaltó. En consecuencia, Garay advirtió que en ciertos casos las demoras en las entregas de materiales son de “hasta 60 días”. “La reprogramación de obras nos ocasiona pérdidas económicas a las empresas, pero debemos sobrellevarla”, cerró.
Oleros aprovecharon la demanda para vender sus productos
Los integrantes de la Cooperativa de trabajo de Ladrilleros Unidos “Nuestra Señora de Itatí”, que elaboran ladrillos en el barrio Porvenir II de Posadas, son testigos de la alta demanda.
En este sentido, señalaron que ya tienen pedidos para todo el mes de diciembre. “Hay oleros que trabajan en la producción de ladrillos cerámicos y otros para los artesanales, no es la misma venta de meses atrás pero sí se venden. Actualmente hay 15 socios activos de los 30 que somos en total”, comentó a PRIMERA EDICIÓN, Zunilda Recalde, representante de dicha entidad.
Afirmó que “hoy en día es rentable la olería”, por ende crece la actividad en Misiones. “Según un relevamiento del Ministerio de Industria hay 800 unidades productivas de olería en 34 municipios de la provincia, y esto va creciendo”, remarcó.
Señaló que “se vendió muchísimo durante los meses de la pandemia, aunque para estas fechas siempre baja la demanda”. “Lo que más se compra son los ladrillos artesanales comunes. Y generalmente piden los amarillos que son para hacer parrillas o quinchos”, detalló.
Actualmente, en la cooperativa el ladrillo hueco con flete cuesta $32 y sin flete $30; mientras que el artesanal vale $12 desde el horno y $14 puesto en obra. En tanto el ladrillo a la vista, que es de otra calidad, se vende de $15 a $17 de acuerdo al tamaño.
Indicó que “la mayoría de los pedidos son para obras privadas” de Posadas. “Se vendió mucho cuando la gente cobró el IFE (Ingreso Familiar de Emergencia), la mayoría de las familias del Porvenir II cobraba esa plata y se iba a comprar ladrillos para mejorar su vivienda, durante tres o cuatro meses recibimos pagos por adelantado”, contó.
Año atípico
El presidente de CAMECA, José Garay, señaló que “la construcción tuvo un año atípico”.
“Tuvimos un parate al principio de la pandemia, pero como fuimos declarados como actividad esencial, en el caso de la obra pública, pudimos seguir trabajando, tuvimos un protocolo, y trabajamos con el Gobierno provincial”, recordó.
Expresó que “les costó mucho debido a que trabajaron con números bastantes difíciles”.
“Las más complicadas fueron las empresas constructoras que tenían proyectos privados y estuvieron paradas por mucho tiempo, sin embargo buscamos la forma”, contó.