
Salete Rodriguez López era una brasileña de 54 años quien en enero de este año había quedado viuda. Vivía junto a su marido en una vivienda emplazada en un terreno de 4 hectáreas del Paraje Santa Isabel, de Piñalito Norte, en las afueras de San Antonio. La muerte de su esposo comenzó a marcar el final de su vida pero no por la tristeza, sino porque su hijastro habría sido el que se encargó de matarla para poder vender la tierra. El sospechoso tiene 38 años y ahora deberá responder ante un Tribunal por el crimen.
La investigación había sido encabezada por el Juzgado de Instrucción 1 de Eldorado, a cargo del magistrado Roberto Saldaña, además de efectivos de la Unidad Regional XII de Bernardo de Irigoyen. Una de las primeras medidas que se habían tomado en el caso era ubicar y detener al sospechoso, quien se presumía había regresado a Brasil. Efectivamente la Policía Federal brasileña fue la encargada de aprehenderlo y remitirlo a las autoridades argentinas para avanzar en el esclarecimiento del caso.
Tras un exhaustivo trabajo, el juez interviniente corrió vista al fiscal y sin que hubiera oposición elevó el expediente al Tribunal Penal de Eldorado. El acusado deberá comparecer ante los jueces por la imputación de “homicidio simple”, la cual estipula una pena de entre 8 a 25 años de ser hallado culpable.
Golpeada y enterrada
José Antúnez (75) era el concubino de Salete. También era brasileño y desde hacía un año su hijo había llegado desde el vecino país a colaborar con las tareas rurales. El 8 de enero pasado Antúnez falleció y según se desprendió de la investigación, desde ese momento el hijastro comenzó a insistirle a Salete para vender las tierras, pero ella se opuso.
Los vecinos de la mujer comenzaron a preocuparse, dado que hacía días que no la veían y a eso se sumó que el hombre había comenzado a ofrecer el lugar a la venta, e inclusive había logrado desprenderse de chapas de zinc y una casa de madera. Les pareció extraño y avisaron a la policía. El 29 de enero fue la última vez que vieron al sospechoso.
Tras intervenir la Justicia ordenaron un allanamiento en la casa y descubrieron lo peor. A unos 15 metros en una plantación de maíz observaron tierra removida. Comenzaron a excavar y hallaron el cadáver de Salete en avanzado estado de descomposición. Desde ese momento el hijastro se convirtió en el principal sospechoso. Posteriormente la autopsia reveló que la mujer había recibido un golpe en la cabeza que le produjo la muerte.