
El caso del jubilado asesinado el pasado sábado 28 de noviembre se quedó sin detenidos ya que durante las últimas horas, una empleada del hombre y su pareja, recuperaron la libertad. No encontraron elementos en las pericias ordenadas por el juez de Instrucción 2, Juan Manuel Monte.
El misterio por la muerte de Medina de esta manera crece ya que tal cual se publicó en su momento, solamente le robaron 300 pesos y no los casi 50 mil que tenía en la habitación bastante a mano. La forma en la que lo ejecutaron, con no menos de diez golpes en la cabeza hasta fracturarle el cráneo. Son algunas de las situaciones que rodean al crimen que develan a los investigadores.
Ayer recuperaron la libertad la mujer de 43 años y su pareja, un hombre de 55. Se trata de una empleada que limpiaba la vivienda en la que asesinaron a Medina y lo ayudaba con la despensa.
Fuentes consultadas por PRIMERA EDICIÓN indicaron que el informe preliminar de las huellas plantares los descarta de la escena del crimen y eso permitió la liberación de ambos aunque continúan supeditados a la causa. La medida fue dispuesta por el juez Monte quien investiga el hecho.
Justamente las huellas encontradas cerca de Medina cuando lo halló su hijo, podían ser una pista clave pero por el momento no dejó resultados positivos.
Los investigadores en su momento dejaron caer varias hipótesis del caso. Una de ellas prácticamente descarta el robo ya que la mayor parte de dinero que tenía la víctima no fue sustraído.
Otra línea en su momento refería a un ajuste narco, ya que se presumía que el hombre podría ser colaborador de una fuerza de seguridad federal aunque esa presunción fue perdiendo fuerza, al igual que un aparente crimen pasional.
El hecho
Medina fue hallado sin vida alrededor de las 6 del sábado 28 de noviembre en su vivienda del barrio Ñu Porá. Fue su hijo docente de 55 años quien vive en el mismo predio el que lo encontró con el rostro ensangrentado y sin signos vitales.
Según la revisión del lugar, el hijo de la víctima manifestó que aparentemente no se llevaron nada de valor más que 300 pesos que el jubilado tenía en el bolsillo y no así la plata que guardaba en una mesita de luz de la habitación.
El resultado de la autopsia indicó que Clemencio Medina (80) presentaba “hundimiento y fractura de cráneo” lo que le provocó una “hinchazón consecuente” hasta llegar al deceso.