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El juez de Instrucción 2, Juan Manuel Monte, dispuso ayer la prisión preventiva para los cinco detenidos que habrían participado en el asesinato de la sargento de Policía, Romina Rodríguez (27), baleada en su vivienda durante la madrugada del martes 2 de junio en el barrio Horacio Quiroga de Garupá.
Los cinco implicados en el “homicidio criminis causa” (matar para ocultar otro delito, en este caso un presunto robo) tienen 18, 19, 22, 29 y 39 años, todos con domicilio o vivienda en barrios próximos al del ataque.
En el caso del hombre de 39 años, fue el último en ser ubicado y detenido y se sospecha que fue quien les entregó, alquiló o prestó el arma, una pistola nueve milímetros, para cometer el robo durante la madrugada del día mencionado.
La pistola homicida habría llegado a manos de uno de los detenidos momentos antes que se reunieran a beber y pergeñar el robo.
La Justicia cree que en esa reunión tramaron el golpe, que consistía en ingresar a la vivienda de la policía en el barrio Horacio Quiroga y quedarse con ahorros o dinero que pensaban que tenía la mujer porque estaba en plena refacción de su propiedad.
También apoderarse del arma oficial de la suboficial, que estaba a punto de solicitar licencia por maternidad, ya que cursaba el sexto mes de embarazo.
Una vez conocida la muerte de Rodríguez, la investigación de la Dirección Homicidios y pesquisas de la Unidad Regional X derivó en la sospecha de los cuatro jóvenes todos con domicilios cercanos al lugar del hecho, Nuevo Garupá, Santa Clara y Ñu Porá.
El arma reglamentaria de la víctima, la pistola nueve milímetros Hi-Power que fue robada en el ataque, fue descubierta en poder de un carpintero y changarín del barrio Ñu Porá en su vivienda de la calle Los Teales, próxima a la colectora de la autovía de Acceso Sur a Posadas.
Romina Rodríguez prestaba servicio en la Dirección Judiciales de la Policía provincial. Fue asesinada de dos disparos, uno en la cabeza, con arma de fuego frente a su hijo de seis años en la vivienda que compartía con su pareja.
Según los datos que trascendieron oportunamente, la víctima fatal dormía con el niño cuando irrumpieron los asaltantes.
El miércoles 10 de junio la policía halló el arma homicida en la vivienda del quinto sospechoso mencionado. Allí funcionaba un supuesto “aguantadero” de elementos robados, como motocicletas y motopartes, entre otros objetos de malhabidos para reventa.