
El artista plástico obereño, Carlos Pacheco, donó una de sus obras a la Defensoría del Pueblo de la Capital del Monte. Se trata de un busto de escritorio que retrata la imagen del Comandante Andrés Guacurarí, figura emblemática de la historia argentina.
“Es una figura que va a ser patrimonio de la Defensoría. Decidí donarlo porque es una figura muy importante de la historia no sólo de la provincia sino también del país y es un orgullo para mí”, afirmó el artista.
“Es un retrato de escritorio, no es para un lugar abierto como una plaza, tiene una morfología más de escritorio para un lugar cerrado. Lo trabajé durante cuatro, cinco meses más o menos. Con una técnica donde primero se trabaja con arcilla, después se saca molde y se pasa a resina. Patinada con un color atípico, decidí incorporar el color verde por la selva, rojo por la sangre derramada en las batallas y el azul por el compromiso con la República. Traté de que tenga que ver con la figura. Es la primera obra sobre Andresito de varias que voy a hacer, porque la idea es seguir planteando la imagen fiel de cómo era él”, detalló.
La realidad local hecha arte
El autor de la obra emplazada en la capital provincial de Eliana Krawczyk, submarinista desaparecida en el ARA San Juan, también del homenaje a la Feria del Libro Provincial ubicada en Plazoleta Armada Argentina de Oberá y del monumento homenaje por el centenario de la localidad de Puerto Rico, entre otras, cerró un 2020 con mucho trabajo.
“Fue un año complicado, venía trabajando en el Jardín Bíblico y ahí se suspendió por cuestiones económicas, pero fueron surgiendo otras propuestas. Muchas imágenes religiosas, ya sea para particulares o instituciones públicas. Ahora estoy retomando los del Hogar con la figura de Mario Junior, muy conmovedora, tratando de reflejar lo que representó. No me puedo quejar porque tuve un buen año, con mucho trabajo”, expresó.
Los proyectos que se vieron truncos por la pandemia, siguen en pie. “Si se normaliza la situación probablemente vaya unos días a Buenos Aires, sino seguiré acá, pero siempre produciendo por suerte. Con la pandemia se acentúan las ganas de salir, pero las fui apaciguando por el hecho de que el artista debe contar la historia de su lugar de origen, adecuarse a la situación. A futuro la idea es seguir formándome afuera, pero siempre con la idea de retornar para hacer obras que me representen. Utilizo las redes sociales, como herramienta para dar a conocer lo que hago y gracias a eso van surgiendo pedidos. Me gusta que gente que no está ligada al arte se va interesando por mis obras, así que me van conociendo más. La idea es que la gente se sensibilice, porque el arte apunta a eso. Espero que esto del coronavirus pase, que la gente más afectada pueda recuperarse, que todo mejore”, finalizó el escultor obereño.
Talento misionero
Estudió en el Profesorado en Artes Plásticas, en la Facultad de Arte y Diseño de Oberá. Realizó cursos y pasantías con el escultor Carlos Benavidez, Vilma Villaverde y Eudald de Juana.