River Plate quedó complicadísimo de cara a la revancha de semis de la Copa Libertadores de América, tras caer sorpresivamente ante Palmeiras, por 3-0, en el partido que abrió la serie en Buenos Aires.
Desde el inicio, el Millonario salió a buscar el partido, con Matías Suárez, Rafael Santos Borré y Gonzalo Montiel como abanderados. Lo de Palmeiras, apenas un atisbo: no tardó en jugar a la contra.
Sin embargo, el fútbol se mide en goles. Y la visita, sin merecerlo, se encontró con la apertura. A los 26, un centro aislado confundió a Franco Armani y Robert Rojas, el arquero despejó corto con los pies y la pelota le quedó a Rony, que le pegó desde el vértice del área. Para colmo, la pelota se desvió antes de entrar sobre el palo derecho. 1-0.
El tanto golpeó al equipo de Marcelo Gallardo, pero el terremoto (que incluyó otro gol de Palmeiras anulado por offside) duró solo unos minutos. River volvió a construir juego pero también a desperdiciar las más claras.
El complemento avizoraba la recuperación del Millo, pero apenas iniciado, otro baldazo de agua fría. Una rápida salida de Palmeiras concluyó con Luiz Adriano ganándole la posición de manera sorpresiva a Rojas. El ex Milan corrió y corrió hasta definir para el 2-0 ante Armani.
Y comenzó el derrumbe del Millo. Es que a los 16, Jorge Carrascal, a pura bronca, se fue expulsado tras una patada alevosa. Y de esa falta vino el centro y gol de cabeza de Matías Viña para el 3-0 de la visita.
El Palmeiras, que hizo lo justo, se llevó el triunfo. Y River, que había arrancado a puro juego, se quedó con las manos vacías y con un resultado complicado de cara a la revancha del próximo martes, desde las 21.30, en San Pablo. A Gallardo y su equipo no le quedará otra más que viajar a Brasil en busca del milagro.