Justo en estos tiempos, cuando la apariencia física es uno de los valores sociales más apreciados en el mundo occidental, mujeres cada vez más jóvenes sufren lo que sus abuelas enfrentaron recién pasados los cuarenta: la aparición de várices y arañitas.
Cada vez son más frecuentes los casos de mujeres con esta enfermedad crónica hereditaria que se manifiesta desde muy temprana edad. Incluso los profesionales indican la existencia de pacientes de 14 o 15 años con arañitas, várices, celulitis o distrofias.
Algunos de los factores que adelantan los síntomas, explicaron, son la toma de anticonceptivos sin el control adecuado de un especialista y un estilo de vida vinculado con la mala alimentación, la vida sedentaria y el estrés.
Los embarazos, la obesidad, la constipación, el esfuerzo laboral reiterado y el ejercicio de alto impacto siempre fueron factores desencadenantes, señalan los flebólogos.
Tratamientos
Aunque es una enfermedad que no tiene cura, existen tratamientos disponibles según su
grado de avance.
Existe el tratamiento esclerosante, que consiste en la inyección de una sustancia dentro de las venas, que produce la flebitis química de ese vaso, es decir, el medicamento aplicado hace que la vena tratada se cierre evitando el paso de la sangre y que por ende continúe dilatándose y o ramificándose.
Se usa para atacar arañitas y requiere diferente número de sesiones, de acuerdo a la cantidad que tenga el paciente.
También existe la microcirugía, que es un tratamiento quirúrgico que extirpa las várices a través de pequeñas incisiones para así obtener además de un buen resultado funcional (extirpar las venas enfermas) otro estético. Este procedimiento en general es ambulatorio o con pocas horas de internación.
Existe también la aplicación del láser endovascular para lograr el mismo efecto sin pasar por el bisturí, ya que se realiza una punción de la vena enferma y una vez colocada la fibra en el interior se acciona el láser y se procede a la fototermo-coagulación de la misma.
Se recomienda cada vez más porque se considera menos invasivo; se realiza con anestesia local o bien con anestesia raquídea en quirófano y el tiempo de recuperación es mucho más corto que en la cirugía tradicional.
En la mayoría de los casos los especialistas recomiendan combinar tratamientos.
Fuente y video: Medios digitales