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Mientras las dudas y la sorpresa continúan flotando y los comentarios se tiñen de suspicacia, PRIMERA EDICIÓN tuvo acceso exclusivo a un testimonio clave que permitió establecer la única línea investigativa obtenida en torno al millonario robo a una caja de seguridad de una oficina del Juzgado Federal Penal de Posadas.
La principal voz que apuntó la sospecha de autoría del hurto de los 12,5 millones de pesos -estimados de los 77.500 dólares, 450 euros y 950 reales desaparecidos según la denunciante- a los tres hombres contratados de una empresa privada de higiene, correspondió a un empleado de planta del edificio de la avenida Mitre (2358) casi Jujuy.
Este trabajador de mantenimiento fue quien describió días y horarios en que debió abrir las puertas de cada oficina del inmueble de seis pisos y que comprende dependencias del fuero civil, comercial y penal, como también los despachos de los integrantes de la Cámara Federal de Apelaciones.
“Yo les abría la puerta de la oficina pertinente y me retiraba porque el producto que arrojan parecía tóxico o peligroso para mi salud. En las primeras sanitizaciones tosíamos todos (…) Cuando ingresaban a las oficinas ya no los veía más porque me alejaba por precaución. Inclusive cerraban ellos la puerta porque tienen que limpiar detrás de esta, hasta los picaportes, piso, muebles, todo se rociaba. Ingresaban con el ambo gris con el nombre de la empresa y barbijos. Creo que no tenían guantes”.
A partir de este relato y entre el 27 de noviembre y el 28 de diciembre se solicitaron los registros de cámaras de seguridad del edificio federal, para analizar principalmente los movimientos en el segundo y primer piso correspondientes al Juzgado Penal que encabeza María Verónica Skanata.
Se infirió que los tres individualizados tuvieron oportunidad de abrir la caja fuerte de la Secretaría 2, sin ser vistos directamente por guardias o los empleados estables de mantenimiento.
El testigo también relató a los investigadores que “en los últimos días (diciembre) fue cambiando mucho el personal de la empresa de sanitización. Nunca eran los mismos, siempre había personas diferentes, salvo uno de ellos”. Este sospechoso es uno de los tres que las cámaras captaron imágenes con bultos en sus bolsillos similares a fajos de billetes y saliendo de la oficina de la titular de la secretaria.
Según el relevamiento de los pesquisas, “el robo se concretó el miércoles 23 de diciembre de 2020 a las 13.39 cuando aparece un hombre vestido con el ambo de la empresa portando una mochila rociadora, barbijo y una gorra puesta. Al momento de desplazarse se notó en los bolsillos del pantalón un bulto de dimensiones similares a fajos de billetes (…) Otra persona con el mismo uniforme también se le notaron los bultos, instantes después”.
El robo fue descubierto el 28 de diciembre y un día después se ordenó la investigación que derivó en tres allanamientos en Posadas, en los barrios A4, Santa Rita y Villa Cabello. No apareció ningún billete, de ningún “color”.