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De liderar el ranking argentino de marcha atlética por varios años y ser la representante albiceleste en innumerables citas internacionales a cambiar de rumbo repentinamente y aliarse a otra pasión que la que tenía escondida en su intimidad: árbitro de fútbol.
Así, en un día cualquiera, la eldoradense Yenni Guadalupe Ortiz (27), tras meditarlo en su interior, decidió dejar en un rincón su faceta de marchista profesional y darle una “oportunidad a esta profesión. El fútbol me apasionó desde chica y sentí que debía abocarme al cien por ciento en esto”.
De visita por su Eldorado natal para pasar las fiestas de fin de año junto a su familia, la misionera atendió la solicitud de EL DEPORTIVO y se prendió a una atractiva charla, donde actualizó sobre su flamante carrera como juez. “Me acabo de recibir de árbitro oficial de AFA”, adelantó con mucha felicidad y tras cartón agregó que “también ya tuve mi debut como árbitro principal”.
¿Cómo se dio el cambio en tu vida deportiva?
Tras volver de una pretemporada en Ecuador, sentí que era el momento de darle una oportunidad al arbitraje y ahí arranque, estudiando en el Colegio de Árbitros de AFA. Pero lo hice sin dejar la marcha, seguía entrenando y planificando la temporada.
¿En qué momento decidiste dejar la marcha por completo?
Son dos cosas que se celan mucho, lo diría así. Necesitas estar al cien por cien para ella, entonces entendí que debía darle una oportunidad a esta pasión, que la tengo desde chica. Me apasiona el fútbol y creo que es el momento de vivirlo de cerca.
¿Y porque no como futbolista?
(Entre risas) Siento que hay otro tipo de exigencia, técnicamente no estaría para hacer una carrera como la que si la puedo dar como árbitro. De todas maneras siento que estoy en el lugar correcto.
¿Cómo fue la carrera en estos dos años?
La verdad que la disfruté mucho y fue aprendiendo día a día, desde lo teórico hasta lo práctico. Es una profesión catalogada masculina, pero en este último tiempo nos han dado el espacio que nos merecemos las mujeres y fueron varias las chicas que arrancaron la carrera.
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¿Fuiste premiada el año pasado?
Sí. Federico Beligoy y Alejo Cantani, director de la Escuela, me entregaron un reconocimiento como alumna destacada y eso significó mucho para mí. Fue una motivación extra para seguir de lleno y concretar el objetivo de recibirme oficialmente.
¿Y cuál es el próximo objetivo?
Entrar en la homologación. De los que nos recibimos, hasta ahora son pocos los que entrarían para el año que viene y mi ilusión está en ser una de esas, para poder empezar a hacer mi carrera como árbitro principal.
¿Ya tuviste el bautismo?
Si bien ya veníamos dirigiendo diferentes torneos que el Colegio o el Sindicato nos designaba, pero siempre como juez de línea, antes de venir tuve mi estreno como árbitro principal. Fue una emoción única.
¿Cómo lo viviste?
Con nervios, pero con la seguridad de que todo iba a salir bien. Tenía veedores que fueron exclusivamente por mí y que después que terminó me dieron sus puntos de vista (se ríe). Me corrigieron algunas cosas, pero también me felicitaron porque el partido fue bastante difícil. Tuve que expulsar a varios.
¿Debut con expulsiones?
Sííí, expulsé a un jugador por evitar un gol con la mano y al arquero del mismo equipo por doble amarilla, aunque había protestado desmedidamente, tanto a mi compañero como a mí. No había otra opción. Después me pidió disculpas, pero ya era tarde.
¿Sentís de alguna manera presión por ser árbitro y mujer?
El respeto es lo que va primero y lo resalto siempre. Puedo aceptar el enojo o el insulto hacia el rol del árbitro, porque somos humanos y nos podemos equivocar, pero cuando ya se torna en algo personal hacia el perfil femenino, no.
Hay lugares donde aún se lo cataloga como ‘machista’, y es fácil mandar a una mujer árbitro a lavar los platos o decir ‘si fueras hombre te haría tal cosa’, pero por suerte se está logrando esa igualdad y tenemos las mismas oportunidades que los hombres.
¿Ya escuchaste alguno de esos insultos?
Sí, pero lo tomó con mucha calma. En la carrera nos han capacitado para saber sobrellevar todo tipo de situaciones como esas. Aunque como te digo, no lo comparto para nada, no es ningún folclore.
¿Cómo tomó tu familia este cambio?
Apoyo a pleno. Como siempre me lo han dado, desde mi mamá hasta mis hermanos. Eso sí, a mi mamá no la llevaría a la cancha para que me vea (entre risas). Somos una familia muy deportista y cada uno se brinda a pleno a la hora de apoyar al otro.
¿Cómo ves al VAR en la Argentina?
Ya se está trabajando sobre eso. Es una herramienta muy útil, que llega como una ayuda muy importante para nosotros. En el curso ya nos han adelantado instrucciones sobre esto y seguramente el año que viene lo vamos a profundizar más. Hay que saber manejarlo y darle la utilidad correspondiente.
Yenni sueña a lo grande con el referato femenino y aspira poder estar en la temporada venidera dentro de la consideración para la Liga Profesional Femenina. En las próximas semanas volverá a Buenos Aires, donde reside, para seguir con los estudios y seguir soñando en grande.