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En todo este tiempo advertimos cambios de rumbo por parte de las autoridades que no solamente nos llamaron la atención, sino que también modificaron nuestras conductas sociales.
Sin embargo es con el desarrollo del pico que se producen las actitudes más paradójicas. La improvisación, cuando lo que debería prevalecer es la perspectiva y el criterio, se apodera de las decisiones de quienes las toman.
Así las cosas, asistimos al peor momento de la pandemia. Ingresamos a un estadío totalmente desconocido y, para colmo, existe un gran sector de la sociedad que no está dispuesto a ceder un centímetro de irresponsabilidad con tal de divertirse un rato más en alguna que otra fiesta clandestina.
Entre los diferentes cambios de rumbo que fue tomando el Gobierno respecto de la vacuna, la secretaria de Acceso a la Salud, Carla Vizzotti, afirmó que “en este contexto de pandemia es muy lógico pensar que se pueda vacunar a más gente con la primera dosis” de la Sputnik V y “diferir la segunda para cuando ya esté controlado el brote” de coronavirus.
“Los intervalos de interdosis de las vacunas son como mínimo de 21 días, pero si pasa más tiempo entre una y otra aplicación no es un problema relevante”, aseveró la funcionaria, quitándole importancia el único tema importante del momento. Sin embargo este martes la misma Carla Vizzotti, aseguró que la Argentina planea aplicar las dos dosis de la vacuna rusa contra el coronavirus y agregó que “en los próximos días, según lo planificado, llegarán 300 mil dosis del segundo componente, para completar los esquemas de vacunación iniciados”.
En tanto y en otro episodio de desquicio pandémico, la Justicia Federal obligó al Sanatorio Otamendi de la Ciudad de Buenos Aires a suministrar dióxido de cloro, prohibido en Argentina, a un paciente internado en grave estado con coronavirus, a través de una medida cautelar.
La orden surgió pese a que la Sociedad Argentina de Infectología y la propia Administración Nacional de Medicamentos, Alimentos y Tecnología Médica (ANMAT) han rechazado el dióxido de cloro por su peligrosidad.El paciente finalmente falleció este lunes por la noche en la clínica donde estaba internado.