Un detenido e imputado por el homicidio del trabajador rural Pedro Caballero (43) en Cerro Corá en noviembre pasado, fue trasladado ayer por la mañana al Hospital Madariaga desde la comisaría Cuarta de esta capital luego que se confirmara que fue atacado dentro de una celda, presuntamente por dos aprehendidos más investigados por otros delitos.
De acuerdo a fuentes consultadas por PRIMERA EDICIÓN, la víctima tiene 31 años y sufrió quemaduras en el rostro y otros sectores del cuerpo, además de golpes y lesiones vinculadas a lo que habría denunciado como un hecho “tortura”.
El herido habría manifestado además que fue atacado sexualmente con un palo o elemento similar. Según las mismas fuentes se secuestraron supuestas evidencias para peritar pero de los informes médicos no se detallaron lesiones anales.
De todas maneras, uno de los galenos que revisó las diversas heridas detalló que sufrió una quemadura en el rostro de seis centímetros por cuatro aproximadamente, una lesión similar en el antebrazo izquierdo, en el pectoral izquierdo, golpes en distintos puntos, el dedo meñique derecho probablemente fisurado, además de hematomas y contusiones en otros puntos, como también rastros de acción de comprensión detrás de las rodillas.
Tras las primeras actuaciones remitidas al juez de Instrucción 6, Ricardo Walter Balor, se decidió trasladar de celdas y pabellones a los presuntos agresores, uno de ellos imputado en un caso de “tentativa de homicidio”, el restante en un “robo calificado” pero ambos con desobediencia judicial entre los agravantes de su situación procesal.
A la par de las decisiones que tomen el magistrado de turno y el fiscal René Germán Casals, desde la Jefatura de Policía se dispondría el sumario o investigación interna correspondiente para saber si hubo algún tipo de negligencia en la guardia correspondiente. La sospecha principal apunta a por qué no oyeron antes ruidos del ataque o gritos de la víctima. Puntualmente, esta labor corresponderá a la Dirección Asuntos Internos de la fuerza de seguridad provincial.
También se intenta dejar en claro si fue un hecho aislado o desenlace de una seguidilla de incidentes entre los detenidos de ese sector de la avenida Madariaga a cien metros de la avenida Roque Sáenz Peña y calle Córdoba.
Las primeras versiones soltadas ayer por la mañana, indicaban que el detenido de 39 años fue salvajemente lastimado y ultrajado sexualmente con un palo o trozo de madera.
Con el correr de las horas el ataque sexual no se descartó, pero habría perdido sustento cuando tanto el médico legista de la Unidad Regional I, como un forense judicial, no detallaron lesiones anales.
Lo que también no remitiría contradicción es el ensañamiento en el ataque, ya que las lesiones fueron confirmadas y se remarcó que como tiempo estimado de curaciones y observación la víctima necesitará treinta días. De acuerdo a su evolución se determinará el momento para ser llevado a declarar y ratificar su denuncia.
Primeras pericias
De los estudios realizados a la víctima se ratificaron lesiones de quemaduras, heridas y hematomas de golpes. En cuanto a los exámenes genitales la versión de los forenses descarta rastros de abuso sexual o un empalamiento.
Crimen del aire comprimido
Pablo Caballero tenía 43 años y fue asesinado de un disparo en el cuello en una chacra de Cerro Corá. El cadáver fue descubierto por su familiar el domingo 15 de noviembre en el Lote 27 del paraje Las Quemadas de la localidad mencionada.
Al día siguiente la autopsia señaló que el cadáver presentaba una herida de bala en el cuello.
Pocas horas después las pericias señalaron que se trataría de un disparo calibre 22 y fue secuestrado un rifle de aire comprimido modificado para efectuar disparos de este calibre.
La reconstrucción de los últimos momentos de Caballero e indicios apuntaron sospechas a dos hermanos. Finalmente uno de ellos fue detenido por orden del juez de Instrucción 2, Juan Manuel Monte, lo ubicaron en Candelaria y lo trasladaron a la comisaría Cuarta de Posadas, donde ayer denunció que lo atacaron y ultrajaron en su celda.