“Los robots sociales como yo pueden cuidar a los enfermos o ancianos”, dijo Sophia cuando fue presentada en 2016 por la compañía Hanson Robotics. Ahora, la compañía asegura estar desarrollando más funciones para que pueda cuidar de la salud de los enfermos y/o personas mayores.
Un nuevo reto que tiene la empresa es producir en masa miles de robots para finales de este año. “El mundo del COVID-19 necesitará cada vez más automatización para mantener a las personas seguras”, dijo su fundador y director ejecutivo David Hanson.
La compañía cree que sus robots también podrían ayudar a las industrias, trabajando en colaboración con las personas, pero sin transmitir el virus.
El profesor de robótica social Johan Hoorn, dijo que aunque la tecnología todavía está en una relativa infancia, la pandemia podría acelerar una relación entre humanos y robots.
“Puedo inferir que la pandemia realmente nos ayudará a conseguir robots antes en el mercado porque la gente empieza a darse cuenta de que no hay otra forma”, dijo Hoorn.
Los productos de otros grandes actores de la industria también están ayudando a combatir la pandemia. El robot PEPPER de SoftBank Robotics se implementó para detectar personas que no llevaban máscaras. En China, la empresa de robótica CloudMinds ayudó a establecer un hospital de campaña dirigido por robots durante el brote de coronavirus en Wuhan.
Algunos humanos podrían desconfiar de poner a los robots en roles tan sensibles. Cuando se le preguntó si la gente debería temer a los robots, Sophia tenía una respuesta preparada: “Alguien dijo ‘no tenemos nada que temer excepto el miedo mismo’”.
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Fuente: Agencia Reuters