Las Chi-Ball constituyen una de las formas más simples y efectivas de enviar energía para sanaciones y sintonizaciones.
Estas bolas de energía se hacen con nuestras manos, imbuidas de nuestro amor e intención.
A continuación, el “paso a paso” para crear tu propia Chi-Ball:
Primero que todo protégete con una burbuja de luz blanca para protegerte a ti y a la energía que estas por crear.
- Siéntate en una silla con los pies sobre el suelo. Mira las palmas de tu mano, observa las líneas que crean la piel, los dedos, las palmas.
- Ahora toma tus manos y colócalas al nivel del pecho, confortablemente para ti, a fin de trabajar fácilmente durante el ejercicio.
- Toma tus manos y enfrenta las palmas una con otra, mantenlas próximas la una a la otra y siente la energía, el calor que se genera.
- Ahora, lentamente aparta las palmas unos 10 cm una de la otra y permite que la energía se expanda dentro de ese lugar. La energía es cálida y puedes sentirla crecer dentro de las palmas.
- Moldea esa energía con tus palmas hasta formar una pelota redonda y entera.
- Con tus manos en esta posición respira una vez a través de tu nariz y respira con tu diafragma, de una manera profunda e intensa. Lleva el aire hasta tu plexo solar, profundamente. Luego exhala el aire por la boca, lenta y uniformemente.
- Haz dos inspiraciones más. A la cuarta inspiración la has de soplar hacia las palmas, hacia el espacio que hay entre ellas.
- Dirige tus manos hacia el plexo solar.
Le estás dando a la esfera de luz que estás construyendo, tu Energía de Luz.
Siente la energía ir hacia el espacio entre tus manos, el latido entre ellas, tómate un instante para sentir esa energía crecer suavemente, poderosamente.
- Permite a tus manos formar una pelota alrededor de esa energía que has creado.
- Suavemente empuja esa bola de energía dentro de tu plexo solar.
- Siente la bola moverse dentro tuyo y como late dentro tuyo.
- Toma una nueva y profunda inspiración haz que la energía de la bola circule a través de todo tu cuerpo, desde la cabeza hasta los pies. Siente cómo flota dentro de ti.
Esta será la energía con la que se ha de crear la bola de Chi. Esta energía es la base de tu habilidad para centrarte.
Centrarse sirve para enviar energía y para darte poder, es decir, permanecer calmo y sereno en todo momento. ¡Todo lo que necesitas hacer para activar este centro de energía es tocar tu plexo solar!
¡Pruébalo! Sentirás un suave flujo de energía dentro de ti que puede moverse en tu interior para ir a ese lugar donde percibes ansiedad y suavemente crear calma. Es un lugar de poder que puedes mover hacia cualquier lugar de tu cuerpo para sanar y calmar.
Esta energía es permanente y nunca te dejará, te ha de servir siempre que la necesites.
Recuerda que el poder siempre está en ti.
Por Karina Holoveski (publicado originalmente en la revista SextoSentido de PRIMERA EDICIÓN el 31 de enero de 2021)