
Ayer poco después del mediodía se presentó ante el juez de Instrucción 6, Ricardo Walter Balor, la joven de 20 años atacada hace una semana por su pareja y que producto del ataque, también resultó herida su hija de 4 años. Además de ratificar lo que denunció en sede policial, dijo que no hubo discusión antes de ser agredida y que todo pasó “porque su pareja estaba alcoholizada”.
Si bien no se conocieron detalles extremos de lo que dijo en su declaración la mujer, fuentes consultadas por PRIMERA EDICIÓN indicaron que la joven ratificó lo dicho en sede policial y que fue atacada por su pareja, según ella, sin motivos y que todo fue producto de la ingesta de alcohol.
En este sentido, la mujer dejó en claro ante el magistrado que entiende en la causa que pese a no ser herida de gravedad y que su niña de 4 años sí, aunque las últimas noticias que le dieron desde el hospital es que se recupera favorablemente, el hecho pudo ser peor. Supuestamente una de las víctimas llegó a contrarrestar los golpes de su marido para que no lastimara también al bebé de seis meses que ambos tienen en común.
Cabe recordar que la niña lesionada, es fruto de una relación anterior de la mujer, es decir hijastra del acusado. La misma sufrió una puñalada en la zona del esternón y su estado aún es grave pero estaría fuera de peligro.
Tal como lo adelantó este Diario, el hecho de violencia se inició a la 1 del miércoles 20 de enero en la vivienda de retazos de madera del barrio La Colina, en la localidad de Garupá. El momento de mayor temor fue cuando el agresor conocido como “Ñeri” buscó un cuchillo y comenzó a lanzar estocadas a su pareja. Pero una de ellas se la asestó a la niña en el esternón y otras tres en el pecho y región precordial a su pareja.
El atacante huyó cuando los gritos desgarradores de las víctimas alertaron a los vecinos del asentamiento. De inmediato las heridas fueron derivadas al hospital de Fátima, pero las lesiones requerían de estudios y cuidados mayores, por lo que la menor fue al pediátrico y su madre al sector emergencias del Madariaga.
Sobre el arma secuestrada, un cuchillo con manchas de sangre hallado en la vivienda del crimen, se esperan los informes de la Policía Científica. Vale aclarar que se recogieron testimonios que ubican al joven en el lugar del ataque y también cuando escapó corriendo sin asistir a ninguna de las víctimas.
El hombre continúa detenido y al momento de ser llamado a indagatoria hace unos días, prefirió guardar silencio por recomendación de su abogado defensor.
Además, durante los últimos días trascendió que la niña en cuestión será sometida a exámenes médicos ginecológicos para comparar que no tenga también lesiones producto de abusos sexuales, que de comprobarse, agravarían la situación del sospechoso.