Cada vez que los alumnos/clientes me preguntaban sobre el ejercicio durante la recuperación de una enfermedad viral como la gripe, yo les daba el mismo consejo: escuche a su cuerpo. Si el ejercicio te hace sentir mejor, hacelo.El COVID-19 ha cambiado mi consejo.
Al principio de la pandemia, cuando la oleada inicial de pacientes con COVID-19 comenzó a recuperarse y a mejorar clínicamente, mis colegas y yo notamos que algunos de nuestros alumnos estaban luchando por volver a sus niveles de actividad anteriores.
Algunos citaron fatiga extrema y dificultades respiratorias, mientras que otros sentían que no podían volver a su rendimiento físico normal.
También empezamos a oír hablar de una incidencia más alta de lo normal de arritmias cardíacas por miocarditis, inflamación del músculo cardíaco que puede debilitar el corazón y, en casos raros, causar un paro cardíaco repentino.
Otras complicaciones como los coágulos de sangre también estaban surgiendo.
Lo sorprendente es que vimos estos problemas en personas previamente sanas y en forma que sólo tenían una enfermedad leve y nunca requirieron hospitalización por COVID-19.
Ahora sabemos que el corazón es una causa particular de preocupación después de una infección de coronavirus.
Un estudio en Cardiología de JAMA examinó a 100 hombres y mujeres en Alemania, con una edad promedio de 49 años, que se habían recuperado de COVID-19 y encontraron signos de miocarditis en el 78%.
La mayoría de ellos estaban sanos, sin condiciones médicas preexistentes. Un estudio más pequeño de atletas universitarios que se habían recuperado de COVID-19 encontró que el 15% tenía signos de inflamación del corazón.
Mientras la pandemia continúa, hemos escuchado incontables historias de atletas de élite en buena condición física luchando por recuperar su forma después del COVID-19.
Entre nuestras recomendaciones:
– No hacer ejercicio si todavía está enfermo. No haga ejercicio si tiene síntomas activos, incluyendo fiebre, tos, dolor de pecho, falta de aliento en reposo o palpitaciones.
– Regrese lentamente al ejercicio. Incluso si sólo tiene síntomas leves, sin dolor en el pecho o falta de aliento, debe esperar hasta que tenga al menos siete días sin síntomas antes de volver a hacer ejercicio.
– Empiece con sólo el 50% de la intensidad normal. Se recomienda un retorno gradual, paso a paso y lento a la actividad completa.
– Deje de hacer ejercicio si los síntomas regresan. Si desarrolla síntomas después de hacer ejercicio, incluyendo dolor en el pecho, fiebre, palpitaciones o falta de aire, vea a un médico.
– Ver a un cardiólogo antes de hacer ejercicio. Si ha experimentado dolor en el pecho, falta de aliento o fatiga durante su enfermedad, debe ver a un cardiólogo antes de reiniciar la actividad deportiva. Dependiendo de cómo se sienta, su médico puede realizar una prueba para la inflamación del miocardio.
El COVID-19, un virus agresivo, se propaga fácilmente y conlleva una morbilidad y mortalidad significativa. El riesgo cardíaco en particular es mayor con COVID-19 que con otras enfermedades virales, por lo que tiene sentido tener precaución.