El Ejército de Myanmar arrestó al presidente Win Myint y a la líder del Gobierno, Aung San Suu Kyi, junto a otras destacadas figuras del partido gobernante, en una operación temprano en la mañana del domingo.
Los arrestos se producen tras días de tensiones al alza entre el gobierno civil y el poderoso ejército, que provocó temores a un golpe tras una elección que los militares calificaron de fraudulenta.
El portavoz Myo Nyunt dijo a Reuters por teléfono que Suu Kyi, el presidente Win Myint y otros líderes fueron “llevados” en las primeras horas de la mañana.
“Quiero decir a nuestra gente que no responda de forma precipitada y quiero que actúen conforme a la ley“, afirmó, agregando que también esperaba ser detenido.
Según reportó la BBC, las calles de la capital, Naypyitaw, eran ocupadas por soldados. Al mismo tiempo, familiares de los principales ministros del Gobierno denunciaron la captura de dichos funcionarios.
La conexión a internet sufría fuertes perturbaciones desde las 3 de la madrugada, según la ONG especializada Netblocks.
Myanmar salió hace apenas 10 años de un régimen militar que dirigió el país durante casi medio siglo. La constitución, redactada por la junta militar, prevé una distribución del poder entre un gobierno civil y los generales.
El Parlamento resultante de las últimas legislativas debía comenzar su primera sesión dentro de unas horas.
Los militares denuncian desde hace semanas irregularidades en las elecciones legislativas de noviembre, que ganó por abrumadora mayoría la LND, en el poder desde 2015.
Con el pretexto de la pandemia de coronavirus, las elecciones “no fueron libres ni justas”, aseguró la semana pasada el portavoz del ejército, el mayor general Zaw Min Tun, en rueda de prensa.
Los temores aumentaron cuando el jefe del ejército, el general Min Aung Hlaing, sin duda el hombre más poderoso de Birmania, declaró que la constitución podría ser “revocada” bajo ciertas circunstancias.
Los militares afirman haber registrado millones de casos de fraude, incluso miles de supuestos votantes centenarios o menores.
Más de una decena de embajadas, como la de Estados Unidos y la delegación de la Unión Europea, instaron el viernes a Myanmar a “adherirse a las normas democráticas”, por miedo a un posible golpe de Estado.
“Nos oponemos a cualquier intento de modificar el resultado de las elecciones u obstaculizar la transición democrática en Birmania”, escribieron.
El secretario general de la ONU, Antonio Guterres, también expresó su “gran preocupación”.
Quién es Suu Kyi
Suu Kyi, hija del héroe de la independencia de Birmania, el general Aung San, es una activista de los derechos humanos, galardonada con el premio Nobel de la Paz en 1991, que pasó más de 15 años detenida por denunciar las atrocidades realizadas por los generales que gobernaron el país en el siglo pasado.
En 2015 llevó a la Liga Nacional para la Democracia a ganar las primeras elecciones libres en la historia del país. Sin embargo, debido a una disposición de la Constitución que le prohíbe ser presidenta por tener hijos extranjeros, nunca pudo ejercer el cargo de presidenta. Pese a ello, es vista como una líder de facto del Gobierno.
Sin embargo, desde que asumió la Consejería del Estado, Suu Kyi recibió fuertes críticas por parte de organismos internacionales por las violaciones a los derechos humanos a la minoría rohingya, de mayoría musulmana, quienes desde 2017 se vieron obligados a huir del país hacia Bangladesh producto de la represión del ejército.
Respuesta internacional
Estados Unidos instó el domingo a los militares birmanos a liberar a los dirigentes detenidos, incluyendo la nobel y antiguo icono de la democracia, Aung San Suu Kyi, jefa de facto del gobierno, y amenazó con una respuesta de Washington.
“Estados Unidos se opone a cualquier intento de alterar el resultado de las recientes elecciones o impedir la transición democrática en Birmania, y tomaremos acciones contra los responsables si esas medidas no se revierten”, dijo la portavoz de la Casa Blanca, Jen Psaki en un comunicado.
En igual sentido se expresó Australia. “Llamamos al ejército a respetar el estado de derecho, a resolver las disputas mediante mecanismos legales y a liberar inmediatamente a todos los dirigentes (políticos) de la sociedad civil y a otras personas detenidas ilegalmente”, declaró Marise Payne, ministra de Relaciones Exteriores.
Argentina también se sumó con un comunicado que circula por las redes sociales:
Argentina expresa su preocupación por la detención del Presidente de Myanmar Win Myint, de la Consejera de Estado Aung San Suu Kyi y de otros políticos, y llama a liberar a los detenidos y a respetar los resultados electorales, el orden constitucional y el Estado de derecho. pic.twitter.com/LERnSetacg
— Cancillería Argentina 🇦🇷 (@CancilleriaARG) February 1, 2021