La ropa que usaban nuestras abuelas y abuelos, hoy en día es tendencia indiscutida y ya tiene sus fans alrededor del mundo. Jóvenes que pretenden aparentar mayor edad y adultos mayores que buscan aggiornarse a las nuevas generaciones es la nueva tendencia que reflejan las pasarelas internacionales y el rastreo urbano, buscando dar mayor visibilidad a la moda retro y de otras épocas, pero sin dejar de lado ese acercamiento que se produce entre una brecha generacional antes impensada.
Por un lado tenemos a los jóvenes, quienes optan por combinaciones que solíamos llamar hace algunos años “anticuadas”, reivindicando las prendas con aires vintage como opciones innovadoras y divertidas que se suman al guardarropas, vestirnos como se veían nuestros padres o abuelos hoy en día es cool.
Por otra parte tenemos a un grupo cada vez más numeroso de adultos mayores, quienes atraídos por las nuevas tecnologías, redes sociales, viajes, salidas, nuevas experiencias como tatuajes o cambios en su imagen personal, se animan a experiencias que los hacen sentirse animados y ansiosos por aprender de las nuevas generaciones.
Vivir cosas que en su época no existían o quizás no se animaron a realizar, es una manera de sentirse jóvenes nuevamente.
Esta macro tendencia social, que acerca a dos generaciones llegó para quedarse y nos invita a introducirnos en el mundo del otro, aprender del pasado y animarnos a conocer un mundo que avanza con tecnología y conectividad, esto nos hace vivir un presente con una diversidad muy enriquecedora, donde la edad no es un condicionante.