En estos meses de pandemia observé mi entorno y noté las múltiples escenas de aquellos a quienes San Valentín flechó en algún momento. Hay amor insistiendo, amor confinado y buscando el reencuentro. Hay también quienes mojan de lágrimas la almohada porque sólo pueden conversar con su pareja a través de una pantalla de celular o porque la rutina del encierro los llevó a terminar con el amor.
Luego está el amor de las parejas con hijos, más bien una película de adrenalina y suspenso: padres ocupándose de mantener entretenidos a los más chicos mientras lidian con la rebeldía de los adolescentes. Y todo esto, en muchos casos, trabajando desde casa.
Y finalmente los solteros, ansiosos por salir del encierro para volver a vestir con los colores de la galantería.
Todas estas escenas de amor tienen un color, así lo asegura Gabriela Gómez, especialista en cromoterapia y colaboradora de Revista SextoSentido “porque el amor cuando es real y sano, tiene en el centro un corazón que late entre rosa y verde, colores que hablan de conexión con el otro, donde dos son simplemente uno, estos colores simbolizan suavidad, delicadeza, incluso fragilidad, como todo aquello que tenemos que cuidar”.
Un poco más alejados del centro “nos encontramos con un color amarillo, y esto es porque este color nos permite mostrarnos al otro tal cual somos, nos permite ser vulnerables, como también aceptar quien es el otro y con sus virtudes y defectos elegirlo, acompañarlo y amarlo cada día más”.
Un poco más hacia afuera y por último nos encontramos con un azul, “este color es el compromiso asumido, desde la confianza, la lealtad, la fidelidad y la honestidad”.
Podríamos decir de adentro hacia afuera, “que nuestro encuentro con el otro a un nivel más allá del físico, donde entraría el rojo, es la suma de estos colores verde-rosa, más amarillo, más azul”.
¿Te imaginás un corazón hecho de dos personas que se complementan con estos colores? Gabriela explica que “es un mini arcoíris donde la alegría y la felicidad que son de color naranja, simplemente aparecen con cada aventura vivida, y en donde el violeta aparece sólo para afrontar los cambios. Te deseo que los colores del otro se complementen con los tuyos, y que disfrutes del amor y sus colores desde un lugar sano, donde aparte del amor, también tengas paz”, expresa la especialista.
El ritual perfecto
Para celebrar este bello día del amor quisiera compartir unos fragmentos del libro: “El Principito”, en cuyas páginas encontramos metáforas sobre el amor, la amistad y la vida.
Hay episodios sensacionales. Como cuando El Principito pregunta: “¿qué es un rito?”.
“Es lo que hace que un día sea diferente de los demás y una hora de las otras”, responde el zorro.
En ese mismo pasaje de “El Principito”, resulta inspirador el tema del ritual. “Algo muy olvidado por los hombres”, contesta el zorro. Y agrega que los ritos son una forma de hacer que un instante no se parezca a otro, que los momentos especiales alcancen su verdadero valor.
Cada día es una oportunidad, son la ocasión para dar un nuevo paso en ese camino hacia el inexplorado mundo de otro ser humano.
Finalmente, este capítulo de “El Principito” termina con una despedida, cuando el zorro le entrega su mayor regalo: una verdad.
“Sólo con el corazón se puede ver bien. Lo esencial es invisible a los ojos”, le dice.
En el libro y en la vida, es así como empiezan las relaciones que durarán eternamente.