La dieta cetogénica comenzó a hacerse oír en dos partes del mundo casi al mismo tiempo, en los Estados Unidos y Suecia. Al comienzo fue en el ámbito de los neurólogos que trataban pacientes epilépticos, notándose en ellos la disminución de intensidad y cantidad de episodios. Hoy existen estudios que la avalan como la mejor dieta para esta patología, pero en 2004 la doctora sueca Annika Dahlqvist -médica especialista en medicina general-, decidió buscar una alternativa a su estilo de vida y padecimientos, pues pasaba días sedada tras los dolores invalidantes que padecía por fibromialgia y síndrome intestinal de mala absorción.
Para intentar disminuir los malestares se puso a dieta disminuyendo drásticamente los carbohidratos (azúcares y almidón) de su alimentación y aumentando las grasas naturales.
Su cuerpo empezó a cambiar, bajó de peso y comenzó a realizar actividades que prácticamente se había olvidado cómo hacerlas. La decisión de cambio obtuvo tantos beneficios para ella que comenzó a divulgarlos por el mundo.
Ahora bien, no es lo mismo que la dieta hiperproteica.
Se confunden estos términos y por lo tanto no se discriminan los beneficios que pueden obtenerse.
Cetogénica significa rica en grasas, pobre en carbohidratos y justa en proteínas por ejemplo, 75% grasas, 5 % hidratos y 25 % proteínas.
Hiperproteica es baja en grasas y carbohidratos, y como su nombre lo dice rica en proteínas.
Luego surgieron diferentes versiones y se dieron a conocer beneficios y dificultades de ambas mezclándose los conceptos. Para mí, la calidad, cantidad y cómo ingiero los alimentos son la base del éxito en el plan a seguir. No considero alguna mejor o peor.
Algunas personas creen que lo que le hace bien a uno le hará con seguridad bien al otro cuando debemos dar prioridad a nuestra individualidad.
Cada persona recibe y procesa el alimento de manera diferente en lugares y circunstancias diferentes hasta nuestra geografía es importante en que plan alimentario hacer.
Cómo y cuánto dormimos, qué actividades realizamos, en qué horarios o circunstancias con quién, cuál es nuestro estado anímico, en fin todo.
La epigenética nos revela que es más importante cómo recibimos y procesamos una situación para producir tal o cual patología, que las características de los genes con los cuales nacimos, así podemos estar tranquilos que lo más importante es lo que elegimos darnos en cuerpo y mente.
Siempre cuidando nuestra individualidad, a disfrutar en plenitud de un estilo de vida saludable en el que no seamos una prueba de dieta de moda y sí que cada alimento sea ¡nuestra medicina! Que tengan un feliz domingo.