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Vecinos de Mártires cumplen hoy 11 días consecutivos de padecimientos por la falta de agua potable residencial, servicio que es administrado por el Municipio.
Según pudo saber este Diario, a partir de la denuncia de las familias afectadas por el desabastecimiento, es que el sistema se regula por medio de llaves que permiten su llegada de un punto a otro de la ciudad.
No obstante, desde el 3 de febrero pasado, el vital líquido sólo se bombea para un sector, casualmente la zona donde está situada la residencia del intendente, Alejandro Max, quien prometió la llegada de una bomba nueva antes del fin de semana largo, cosa que no se cumplió.
PRIMERA EDICIÓN intentó comunicarse con Max para conocer el trabajo que está realizando en su comuna, a fin de resolver la compleja situación en el marco de la pandemia por COVID-19 y la campaña contra el avance del dengue, pero sin embargo, desestimó los mensajes.
“Vivimos días desesperantes, ya vamos por la segunda semana sin que nos atiendan siquiera. Nuestra primera medida fue hacernos eco en los medios, si eso no funciona iremos tomando otras medidas de reclamo”, contó una familia afectada.
“Hace unos días colocaron un caño en una nueva perforación donde iban a instalar una bomba, pero en el lugar no hay nada, sólo matorrales”, fue la descripción de la vecina, quien está juntando firmas con un petitorio a fin de
elevar el reclamo a las autoridades provinciales.
Para tener algo del agua que llega a los barrios con camiones cisterna, una vez por semana, la gente debió comprar tanques con mediana capacidad de almacenamiento, donde se hace la recarga. El resto la deben conseguir por su cuenta: sea comprándola para consumir o pagando algún flete que la busque de los arroyos cercanos.
Con suerte, algunos tienen familiares en barrios que no fueron afectados por el corte y recurren a ellos para la higiene personal y de la ropa.
En Mártires, de acuerdo a la reseña explicada por los afectados, se construyeron más de diez obras de pozos perforados en los últimos años, pero la mayoría quedó en propiedades privadas y sólo dos tienen injerencia municipal. Eso lleva a que haya agua constante para unos pocos en detrimento del resto.