En la capilla del Santuario Nuestra Señora de Lourdes de Alta Gracia, en Córdoba, los visitantes son testigos de un fenómeno inexplicable: una imagen tridimensional de la Virgen María aparece en la hornacina del retablo, aunque el espacio está vacío.
Según la agencia noticiosa católica AICA, no es una imagen plana sino con relieve, tridimensional, con pliegues en el vestido. Tampoco es una ilusión psicológica fruto de la devoción exagerada de algunos peregrinos.
Todos los que acuden allí -sean creyentes o no- la ven y de hecho la imagen queda registrada en las fotos que se toman. La imagen se ve con claridad desde la puerta de entrada y va desvaneciéndose si uno se va acercando al altar.
Fuentes del Santuario de Nuestra Señora de Lourdes de Alta Gracia indicaron a ACI Prensa que, si bien no hay un pronunciamiento específico del Arzobispo local, “sigue todo igual. La imagen se ve igual que el primer día o más, un poco más. Todo sigue igual, la gente, los peregrinos siguen concurriendo”.
¿Cómo se originó el fenómeno?
La capilla de Alta Gracia fue construida y bendecida en 1927 y durante muchos años estuvo en el centro del retablo una estatua de la Virgen de Lourdes. A mediados de 2011 esa estatua fue retirada de su hornacina para ser restaurada, y actualmente se encuentra al pie de la hornacina que quedó vacía.
Uno de los sacerdotes a cargo del santuario iba a cerrar la capilla y desde la puerta principal vio una imagen que parecía de yeso en el lugar donde originalmente había sido colocada.
Se acercó varias veces y cada vez que lo hacía comprobaba que la imagen que veía desde cierta distancia se desvanecía. Lo cierto era que efectivamente no había imagen, pero la veía.
Ante el fenómeno, visible para cualquiera, los frailes carmelitas descalzos del santuario Nuestra Señora de Lourdes emitieron en 2011 un comunicado en el que señalaron que “la manifestación de la imagen de la Santísima Virgen María no tiene hasta el momento explicación racional”.
Los sacerdotes dijeron además que respetan “la interpretación que hacen muchos fieles al considerarlo como un signo de la Virgen María, en cuanto no contradiga la Divina Revelación contenida en las Sagradas Escrituras, en el Magisterio de la Iglesia, ni la práctica eclesial”.
La capilla de la Virgen de Alta Gracia se encuentra en un amplio predio, en un parque de varias hectáreas, donde en 1916 se inauguró una réplica de la gruta Massabielle, de Lourdes, donde la Virgen se apareció en 1858 a Santa Bernardita Soubirous.
La idea y realización se debió a dos señoras porteñas, Guillermina Achával Rodríguez de Goyena y Delfina Bunge de Gálvez, escritora, esposa del escritor Manuel Gálvez. Desde que se levantó la gruta, el lugar se constituyó en un centro de afluencia de peregrinos.
En 1922 se formó una comisión para construir cerca de la gruta una capilla, cuya primera piedra se colocó en 1924 y que el entonces Obispo de Córdoba, José Anselmo Luque, bendijo en 1927.
Fuente: agencia ACI Prensa