El complejo emerge en una chacra ubicada a escasos metros del casco urbano y se realizará en tres etapas, abarcando doce hectáreas y media donde se contemplan canchas de fútbol, cancha de gateball (guetoball), amplio estacionamiento, lagunas, árboles nativos, pileta simil playa, salón de usos múltiples, predio de cabañas, sistema lumínico de última generación, entre otras cosas.
El tramo inicial consta de un espacio cubierto con canchas de fútbol reducido, modernos vestuarios y sanitarios, entrepiso para eventos y buffet. El Sato FC abrió sus puertas hace pocos días y con la cancha de césped natural, con sistema lumínico, al aire libre, completa la primera fase del proyecto.
“El 13 de mayo del 2020 arrancamos con esto. Veníamos imaginando el proyecto. Yo vivía en Buenos Aires, decidí volver a Misiones e invertir en el lugar donde nací, la Zona Centro, si bien nací en Oberá, me crié y trabajé aquí”, confesó Oscar Sato.
“Me dijeron que el fútbol podría ayudar a la gente, así que arrancamos por ahí y ya estamos a full con esa parte. Lo que tenemos es material de primera, vino gente especializada a colocar las canchas. También nos interesa la parte social, mi hijo (Gerardo) está todos los días con una escuelita de fútbol, que apunta no sólo a lo deportivo, sino también a revalorizar el respeto, la importancia del compartir, es decir desarrollar otros valores”.
La segunda etapa en plena construcción incluye un Salón de Usos Múltiples, con escenario para presentaciones artísticas y una pileta simil playa. Además el lugar posee dos lagunas con policultivo de peces.
“Estamos en pleno desarrollo, todo cuesta mucho, pero tenemos gran apoyo de la intendencia. La idea es ir cumpliendo con todo el proceso. Lo principal para nosotros es que quienes vengan tengan un lugar con todas las comodidades y buena atención. La gente no puede creer cómo se transformó la chacra, el cambio desde que compramos”, señaló el propietario.
El movimiento de los constructores, personal que trabaja en el lugar es constante y asimismo las requisitorias. “Siempre hay demandas y también apuntamos a que será un lugar que ofrecerá trabajo. Estamos desde ya con gente que nos ayuda, genera mano de obra que dará oportunidades a gente de acá. Recién empezamos pero estamos muy entusiasmados”.
La cancha de gateball, juego de origen japonés, es punto de encuentro con integrantes de la colectividad de otros puntos de la provincia. “Con protocolo tenemos encuentro con agrupaciones de japoneses y descendientes. En esas jornadas el asadito y el gueto no pueden faltar”.
Todo el predio está pensado y planificado, hasta los menores detalles. La tercera etapa prevé la construcción de quince innovadoras cabañas para alojamiento. “Es un sueño en desarrollo, estamos felices con lo hecho hasta el momento y seguimos, la construcción no se detuvo. También es importante hacerlo en nuestra comunidad”, subrayó Sato.