
Quizás ser detenido era una afrenta que en su terruño natal, Rusia, sólo la muerte podía redimir. Al menos así lo entendió Dmtry Chuck cuando la Policía fue a apresarlo por una causa de violencia doméstica, iniciada a raíz de una denuncia de su mujer, con la que arribó a la Argentina -a Misiones en particular- dos años antes.
El hombre de 41 años, que diariamente ensayaba algunas palabras del castellano, se resistió a los uniformados, ingresó a la vivienda, se roció con nafta y todo a su alrededor.
Segundos después, la casa estalló en mil pedazos. La onda expansiva de la explosión
fue de tal magnitud que uno de los policías más próximos voló por los aires. Por supuesto, la vivienda quedó reducida a escombros.
Todo esto ocurrió alrededor de las 8.25 del 24 de febrero de 2011, en el Lote 27 del paraje Picada Galitziana, jurisdicción de Olegario Víctor Andrade.
Chuck había arribado a Misiones en 2009, en compañía de su esposa y con un importante caudal de dinero. Compraron varias chacras en Olegario Víctor Andrade, además de vehículos y hasta cuatriciclos.
Incluso, estaban construyendo una piscina y acondicionando el lugar para inaugurar, para fines de 2011, un complejo turístico.
Pero la relación conyugal se fue deteriorando hasta que la mujer denunció a Chuck. La Justicia entonces le inició una causa por “lesiones agravadas por el vínculo y amenazas de muerte”. La misma por la que pretendían detenerlo por orden de la jueza de Alem, Selva Raquel Zuetta.
Cuando llegó la Policía, la esposa de Chuck no estaba. Al parecer, después de la última
golpiza, decidió refugiarse en la casa de unos amigos, también de nacionalidad rusa, que incluso hacían de intérpretes.
El hombre no soportó la situación y decidió poner fin a su vida. Casi se lleva con la suya la de los uniformados, pero por fortuna -a pesar de que dos sufrieron heridas por la explosión- todos pudieron recuperarse favorablemente.