La señora que me regaló es nuestra amiga, sabía que la iba cuidar y fue nuestra bebé desde que llegó. ¡Es parte de la familia! Viajó dos veces a Brasil y se porta re-bien, con mis hijos pensábamos llevarla nuevamente este año por sus 15 pero tendrá que esperar.
Ella nunca fue mamá porque tenía un problemita en la columna, así que la cuidamos más todavía. Es muy mimada por todos, mis hijos eran más chicos y la llamamos Luli, no sé por qué, quizás porque era una pulguita.
Como forma parte de nuestra vida, cualquier problemita vamos al veterinario, que la espera y dice: ‘¿A ver Luli qué look trae hoy?’. Le encanta que la vista y la llene de collares y detalles, se queda quietita y lo luce todo. Le encanta pasear en auto y revolotear sus orejitas al viento; conoce los lugares, sabe muy bien cuando llegamos a la costanera se queda loca, empieza a ladrar y pide que pares el auto porque sabe que puede bajar al pasto.
Aunque en casa también tiene, pero parece que el de la costanera es diferente.
Cuando vamos a salir nos mira como diciendo ¿puedo ir? Nos mira y espera la seña o que yo le diga bueno ‘negra’ vamos y ahí queda loca, sabe que tiene que ponerse la correa y sabe todo en realidad. En invierno usa ropa porque es muy friolenta, tiene hasta bufanda.
Es loca por el helado y come todo tipo de frutas y verduras. Y mientras espera el viaje a Brasil disfruta de la pileta.
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