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Un comerciante deberá ir al banquillo de los acusados por el abuso sexual de su esposa y de su hija menor. Así lo resolvió en las últimas horas el Juzgado de Instrucción 1 de Puerto Rico, a cargo del magistrado Leonardo Manuel Balanda Gómez.
El juez firmó el auto de elevación a juicio, donde el imputado deberá responder por los delitos de “abuso sexual con acceso carnal varios hechos”, en relación a quien era su concubina y “abuso sexual agravado por el vínculo varios hechos”, con respecto a su hija, quien al momento de iniciarse las vejaciones tenía 6 años.
El inicio de la causa se remonta a julio de 2018, cuando el sospechoso fue denunciado por su pareja.
El individuo vivía en Puerto Rico y bajo el mismo techo en compañía de su esposa y sus dos hijos menores (una nena y un varón).
Según lo que habría relatado la mujer ante las autoridades policiales, los abusos sexuales a ella y también a su propia hija habían comenzado tres años antes.
Se pudo corroborar que la niña fue abusada desde que tenía 6 años y hasta cumplir 9, indicaron las fuentes en su momento.
Una vez al tanto de la situación y en pocos días se instruyó una causa y se ordenó la comparencia del acusado ante el Juzgado. Sin embargo, éste ya no se encontraba en la localidad, había desaparecido. La investigación apuntó a que se encontraría fuera del país, pero no se sabía si en Brasil o Paraguay.
A partir de ese momento el individuo, de 49 años, se convirtió en uno de los fugitivos más buscados en la provincia, manteniéndose prófugo durante 18 meses. Fue recién a mediados de enero de 2020 que el sospechoso fue ubicado y detenido en el vecino país de Paraguay.
Tal como publicó PRIMERA EDICIÓN en exclusiva, la captura del acusado en suelo paraguayo se produjo cuando los uniformados se dirigieron a un domicilio ubicado en inmediaciones de la ruta Sexta, a la altura de Bella Vista, frente a localidad misionera de Corpus. Allí procedieron a la detención del ciudadano argentino.
Ese operativo estuvo a cargo del personal de la Oficina Regional Contra Delitos Económicos y Financieros de Paraguay, conjuntamente con personal de Interpol, teniendo en cuenta que sobre el hombre pesaba un pedido de captura internacional.