La actividad gastronómica tuvo en la última quincena un notorio incremento en la capital provincial, lo que abre interesantes perspectivas luego del difícil año que atravesó el sector desde el inicio de la pandemia de COVID-19. Los bares y restaurantes de la costanera son los que hoy poseen mayor movimiento en contrapartida de los locales más tradicionales del centro.
El secretario general de UTHGRA (Unión de Trabajadores del Turismo, Hoteleros y Gastronómicos de la República Argentina) Misiones, Virgilio Acosta, explicó a la FM 89.3 Santa María de las Misiones que “más allá del ‘parate’ que hubo el año pasado en la costanera posadeña se abrieron nuevos locales gastronómicos y están trabajando muy bien”.
“No es lo mismo el caso de los negocios que están en el mismo centro de Posadas ni tampoco de la periferia. Hoy el centro no tiene la misma intensidad gastronómica que años anteriores, como hasta 2019, pero sí los bares y restaurantes de la costanera que tienen mucho movimiento, especialmente de jóvenes, porque la gente más grande hoy prefiere seguir quedándose en su casa, cuidándose”.
También remarcó que el horario de atención, se fue extendiendo hasta casi las 4 de la mañana los fines de semana y eso se refleja en la mayor concurrencia de los últimos quince días. “Esperemos que mientras no hayan contagios y lleguen las vacunas, que este horario sea una medida que se mantenga, así podemos tener nuevos servicios porque los cumpleaños, casamientos, cenas de fin de año y otros eventos prácticamente desaparecieron y nosotros tenemos una cierta cantidad de afiliados y empresarios que hoy no lo están pudiendo hacer”, destacó.
Agregó que “en los peloteros y clubes nosotros teníamos servicios y hoy todo eso está paralizado, al igual que en hoteles donde tenemos muchos afiliados y hay varios que permanecen aún cerrados, sólo algunos están trabajando y estamos esperando que eso se vuelva a reactivar. Esa es la parte más difícil para nosotros”.
Intenso los fines de semana
En relación a la apertura de nuevos locales gastronómicos, enfatizó que “no trabajan todos los días y tampoco tienen empleados fijo sino trabajadores que se suman los fines de semana porque es imposible mantener la cantidad de personal en la semana”.
Agregó Acosta que “la realidad es que los lunes, martes y miércoles son pocas las ventas, lo mismo sucede en Puerto Iguazú donde hace poco estuvimos visitando. No así en Eldorado y Oberá que cierran más temprano por la falta de comensales, todo por el tema del COVID”.
Ante la proximidad de la Semana Santa, Acosta dijo: “Somos optimistas de por sí. El año pasado en todo el país se paralizó justo para Semana Santa y ahora esperamos que podamos trabajar toda la gastronomía y hotelería, que sería una bocanada de oxígeno. Después quedaría la temporada alta en junio, julio y agosto, no así en Iguazú que es todo el año. Esperamos que en julio estemos trabajando no sé si al 100% pero mucho mejor que ahora, es nuestro anhelo”.