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Carlos Martín Ruiz Díaz (35), el carnicero detenido y acusado por el femicidio de Giselle Rodríguez de 26 años, encontrada muerta por su padre el domingo 20 de marzo de 2016 dentro de una vivienda del barrio Residencial Sur de Posadas, firmó esta mañana ante el fiscal del Tribunal Penal 2 de Posadas un acuerdo de juicio abreviado en el que admitió la única pena posible ante el hecho por el que debía ir a debate oral, prisión perpetua.
La audiencia de visu se realizó, ante la vigencia de los protocolos por la pandemia COVID-19, por videollamada entre el fiscal Martín Alejandro Rau, la defensora oficial Celina Silveira Marquez y Juan José Balor.
En la audiencia, Ruiz Díaz reconoció que no quiere sentarse en el banquillo de los acusados, en este caso el del Tribunal Penal 2, porque “no quiere someter a su hija y a sus familiares a revivir los hechos de los cuales se hace responsable”.
Puntualmente se reconoció culpable y penalmente responsable del delito de “HOMICIDIO DOBLEMENTE CALIFICADO POR EL VINCULO Y POR SER COMETIDO CONTRA UNA MUJER EN CONTEXTO DE VIOLENCIA DE GENERO”, previsto y reprimido por el artículo 80, incisos 1 y 11 del Código Penal Argentino.
Admitió que el domingo 20 de marzo de año 2016, entre las 5 y 7, le causó violentamente la muerte a Giselle Vanesa Rodríguez, en una vivienda del barrio Residencial Sur, calle 55 al 5600 de Posadas. Que le propinó varios golpes en distintas partes del cuerpo y posteriormente la tomaría fuerte a la altura del cuello provocándole una asfixia por estrangulamiento causándole el deceso y dándose a la fuga del lugar.
Del testimonio, que obra en el expediente, de uno de los efectivos de la comisaría Tercera que llegaron al lugar alertados por los padres de la víctima se puede estimar la violencia del femicidio: “Al entrar observamos sobre un sillón de seis cuerpos la presencia de un cuerpo de sexo femenino con signos de violencia sobre varias partes del cuerpo, rostro, cabeza, con hematomas varios, e incluso se puede observar un hundimiento en la cabeza zona, y por debajo de la cabeza una toalla como así también parte del cuerpo desde los pies hasta la cintura tapada con una frazada”.
Giselle Rodríguez fue encontrada por su padre. Inerte y tendida en un sillón del living, fue estrangulada y su concubino Carlos Martín Ruiz Díaz se convirtió de inmediato en el principal sospechoso.
Dos meses después el juez de Instrucción 1, Marcelo Cardozo le dictó la prisión preventiva por “homicidio calificado por el vínculo”. En febrero de 2019 elevó el expediente a debate oral.
Una vez cometido el hecho, el sujeto tomó en brazos a la hija de tres años de ambos, la llevó a la casa de la madre de Giselle Rodríguez y, sin dar explicaciones escapó con su Peugeot 405 rumbo a Encarnación, donde tiene familiares directos. Fue la menor quien dio el alerta a la abuela de que su madre fue golpeada en la vivienda ubicada sobre calle 55 casi Japón. Todo se confirmó apenas llegó al inmueble.
Ruiz Díaz fue detenido un día después cerca de la terminal de colectivos encarnacena y expulsado de Paraguay de inmediato.
Antes de regresar y frente a periodistas de la vecina orilla que lo abordaron en la cabecera paraguaya del puente San Roque González, admitió que había asesinado a su pareja. “Es cierto. Lo hice por cuestiones personales, por cosas mías”. El testimonio, aunque sin valor judicial alguno, contrastó con el silencio que mantuvo luego ante el juez instructor en su indagatoria y en todos los pasos siguientes. Nunca declaró una palabra al respecto, se abstuvo y jamás dio su versión.