Las fuerzas de seguridad birmanas volvieron a dejar este miércoles un reguero de sangre tras disparar mortalmente al menos a 15 manifestantes, incluidos dos menores, en las protestas pacíficas contra la junta militar en Birmania (Myanmar).
Además de decenas de heridos, seis manifestantes murieron en Rangún, la mayor ciudad del país, cinco en Monywa, incluido un joven de 17 años, dos en Mandalay, uno en Myingyan y otro más en Salin, según los testimonios de testigos a EFE y medios locales.
El otro menor muerto es un adolescente que falleció al recibir un disparo en la cabeza en Myingyan, según indicaron a Efe los equipos de emergencia.
A pesar de la represión con munición real, gases lacrimógenos, cañones de agua, balas de goma y hasta tirachinas, los birmanos llevan semanas desafiando a los uniformados en las calles para pedir el retorno de la democracia y la liberación de sus líderes electos, incluida la nobel de la Paz Aung San Suu Kyi.
Entretanto, las autoridades militares de Myanmar acusaron a un fotógrafo de la agencia estadounidense Associated Press (AP) y a otros cinco periodistas por su cobertura de las protestas antigolpistas, informó su abogado este miércoles.
El fotógrafo de AP, Thein Zaw, de 32 años, fue detenido el sábado mientras cubría una manifestación en el centro comercial de Rangún.
Birmania está conmocionado desde el 1 de febrero, cuando el ejército detuvo a Aung San Suu Kyi y a otros líderes civiles, poniendo fin al breve experimento democrático de Myanmar y desencadenando protestas por doquier.
El abogado de Thein Zaw declaró que él y otros cinco periodistas de Myanmar han sido acusados en virtud de una ley que prohíbe “causar miedo, difundir noticias falsas o agitar directa o indirectamente a un empleado del gobierno”. La Junta modificó la ley el mes pasado, para aumentar la pena máxima de dos a tres años de cárcel.
“Ko Thein Zaw se limitaba a informar de acuerdo con la ley de libertad de prensa; no protestaba, sólo hacía su trabajo“, ha declarado el abogado Tin Zar Oo, añadiendo que los seis están detenidos en la cárcel de Insein, en Yangon.
Los otros cinco periodistas son de Myanmar Now, Myanmar Photo Agency, 7Day News, Zee Kwet Online news y un freelance, según AP.
El vicepresidente de noticias internacionales de AP, Ian Philips, pidió la liberación inmediata de Thein Zaw. “Los periodistas independientes deben poder informar libremente y con seguridad, sin temor a las represalias“, dijo Phillips.
“AP condena enérgicamente la detención arbitraria de Thein Zaw“, agregó.
Repudio internacional
Desde el Vaticano, el papa Francisco abogó hoy por el diálogo contra la represión en Birmania, país que visitó en 2017, y realizó un llamamiento para que se libere a los dirigentes políticos encarcelados.
“Aún me llegan noticias tristes desde Myanmar de sangrientos enfrentamientos con pérdida de vidas humanas. Deseo llamar la atención de las autoridades involucradas para que el diálogo prevalezca sobre la represión y la armonía sobre la discordia“, dijo Francisco tras la audiencia general celebrada sin fieles en el palacio pontificio.
Los ministros de Exteriores de Filipinas, Indonesia, Malasia y Singapur lamentaron el martes el uso de la fuerza letal por parte de las autoridades birmanas para aplacar el movimiento de oposición pacífico surgido tras la sublevación militar y pidieron la libertad de Suu Kyi y otros detenidos.
Los cancilleres, reunidos por videoconferencia durante una sesión informal de la Asociación de Naciones del Sudeste Asiático (ASEAN), donde participó el ministro de Exteriores nombrado por la junta militar birmana, Wunna Maung Lwin, reclamaron al Ejército buscar una solución dialogada a la crisis política.
A pesar de los llamamientos de la comunidad internacional y de las sanciones de países como Estados Unidos, Canadá y Reino Unido, los militares birmanos, encabezados por el general golpista Min Aung Hlaing, continúan con la represión de las protestas y las detenciones, que ascienden ya a más de 1.200.
Los uniformados también han llevado a cabo apagones parciales de internet y han bloqueado Twitter y Facebook, aunque muchos burlan esta medida mediante programas VPN, que permiten la conexión a la red a través de servidores extranjeros.
El Ejército birmano justificó la toma de poder por un supuesto fraude electoral en los comicios de noviembre, donde observadores internacionales no detectaron ningún amaño tras la victoria del partido de Suu Kyi, que ya ganó por mayoría arrolladora en 2015.
Fuente: DW