En el cuarto asalto, Frazier empezó a imponer su poderoso gancho de izquierda y los golpes al torso del excampeón. Para la undécima ronda, Frazier casi le mandó a la lona y en el décimo quinto le impactó con el gancho de izquierda que provocó la tercera caída de Ali en su carrera profesional.
La decisión de los jueces fue unánime a favor Frazier, quien despojó del título de invicto a Muhammad Ali. Éste había acudido al ring en busca del título del que fue desposeído por negarse a ir a la guerra de Vietnam, pero no lo consiguió.
En cualquier caso, la pelea había sido tan brutal que ambos terminaron en el hospital.
El evento marcó el récord del mayor cobro de la historia del boxeo para un peleador, ya que se adjudicaron 2,5 millones de dólares cada uno, y se estima que un total de 300 millones de personas alrededor del mundo vieron la pelea, el mayor número de televidentes conocido hasta ese momento.