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Las clases comenzaron con un alto acatamiento al paro en el sector secundario, mientras que en el sector primario fue menor la adhesión a la medida de fuerza.
El reclamo generalizado sigue siendo la falta de porteros. Hay establecimientos que no están en condiciones edilicias para comenzar las clases. Las escuelas que trabajaron lo hicieron conforme al protocolo consensuado con los docentes y personal no docente la semana pasada.
Cada uno de los colegios mostró su particularidad. La mayoría de los establecimientos educativos del sector urbano, están recargados de alumnos pero los docentes, directivos y no docentes se adecuaron para volver a la presencialidad y la virtualidad alternadamente.
A la Escuela 654 concurren 600 alumnos divididos en 27 divisiones. Tienen un solo portero y para el regreso a clase pidieron la asistencia de dos promotores de Salud para tomar la temperatura a los alumnos al ingreso.
Los docentes decidieron que no van a trabajar en forma virtual, sino que lo van a hacer por medio de cuadernillos. Hay muchos alumnos que tienen problemas de conectividad en sus casas y es imposible trabajar de otra manera, manifestó la directora Ramona Peralta.
En el BOP 97, la dirección concentró las aulas en el edificio nuevo. Hasta el año pasado daban clases en aulas cedidas por una primaria y en dependencias de la capilla San Antonio.
El edificio tiene una parte que todavía está en construcción y un curso, el más numeroso, que tendrá clases en un tinglado deportivo. Para concentrar las actividades en un mismo lugar y poder cumplir con todo el protocolo, afectaron la Biblioteca y la Sala de Profesores como aulas.
A este colegio concurren 300 alumnos en 12 divisiones. No cuentan con personal de servicio y los controles sanitarios lo tienen que hacer los directivos y docentes.
Recién el jueves
La Escuela 479 de Picada Guiray no va a comenzar las clases hasta el jueves. Como parte del protocolo sanitario desde la escuela pidieron que se reparen los baños y mejoren otras partes del edificio.
La empresa encargada de realizar esas mejoras recién apareció el viernes y no pudieron concluir los arreglos requeridos para comenzar ayer.
Tampoco tienen personal de servicios y el director, Jorge González, dijo que se van a acortar las horas de clases para que los docentes de la escuela puedan realizar la higiene necesaria para el otro turno de alumnos.
El BOP 113 no va a dar clases porque el edificio no está en condiciones. El director, Silvio Ledesma, explicó: “adoptamos una medida de reclamo porque no están dadas las condiciones edilicias y sanitarias para comenzar las clases. Los padres se acercaron la semana pasada y pidieron una reunión con los docentes. Ellos están preocupados por la salud de sus hijos. Están con miedo de mandar a las guisadas a la escuela. Tenemos dos baños con tres inodoros. No tenemos agua, dependemos de una manguera que nos manda la Escuela 207 que está al lado”.
“Tenemos un solo portero y en este momento está con COVID positivo y no puede ir a trabajar. La semana pasada vino gente que mandaron desde Provincia a hacer algunas mejoras en el edificio, pero fue un remiendo y una pintada y alguito más”, agregó el docente.
Contó además que “es un edificio que tiene más de cincuenta años. El cielorraso se está por caer, el techo tiene muchas goteras y los padres vieron la realidad y pidieron que no se dé clases. Somos el único colegio de San Vicente que no tiene edificio”.
Ayer se anunció una medida de protesta: “Los padres van a la escuela con los chicos y hacemos una sentada afuera del edificio y hablamos con ellos la situación. Estamos pidiendo un edificio nuevo”, reveló Ledesma.
No hubo acto por la resolución de la Municipalidad que suspendió las actividades sociales.