Después de un año de virtualidad, docentes y alumnos misioneros se reencontraron en la escuela. A partir de las siete de la mañana, alumnos, familias y docentes se prepararon para el primer día de clases. Mientras que algunas optaron por la bimodalidad, otras tuvieron un regreso completamente presencial.
Presencialidad momentánea
El regreso a clases en la Escuela 717, ubicada en la chacra 96 del populoso barrio conocido como “Villa Hollywood” fue 100% presencial porque, según indicó a PRIMERA EDICIÓN su directora, Ofelia González, “las inscripciones aún están abiertas y recién esta semana sabremos cuántos alumnos volverán a la presencialidad, dado que estos primeros 90 días no son obligatorios y los padres pueden elegir no mandar a sus hijos”.
Minutos antes de las 7.30 de la mañana ya todos estaban en sus “puestos” para este primer día de clases. Los docentes cada uno en su grado, la directora y vicedirectora a metros del portón de entrada para dar la bienvenida a los alumnos que fueron ingresando de a uno e inmediatamente dirigidos a sus aulas.
Con un rociador con alcohol y un termómetro digital infrarrojo, el portero recibió a los alumnos. Hasta ayer, la Escuela 717 no recibió el dispenser de alcohol ni los kits para los alumnos con los barbijos para toda la semana, alcohol en gel y líquido para que los chicos puedan usarlo no sólo dentro de la escuela sino también en su camino hacia el establecimiento.
Una semana clave
A pesar de que ayer asistió menos de la mitad de la matrícula prepandemia, que apenas superaba los 170 alumnos, los docentes esperan que más chicos se sumen esta semana.
Respecto al equipo de trabajo, González dijo que “tenemos tres docentes que tienen factores de riesgo y dos que son mayores de 60 que se acogieron a la Resolución 344 por lo que harán actividades desde sus casas y algunos de los docentes que venimos a la escuela tendremos que dar clases una semana a un grado y la siguiente a otro”.
Pocos estudiarán desde casa
La Escuela 219 “La Picada” (Tambor de Tacuarí 4850 y Aguado), también tuvo un inicio totalmente presencial y esperan que continúe así durante todo el ciclo lectivo ya que “como las aulas y el patio son amplios y no tenemos tanta cantidad de alumnos, podemos recibir a todos los cursos de manera presencial en ambos turnos”, contó a PRIMERA EDICIÓN la vicedirectora del turno mañana, Sara Rita Soto.
En total, hay cerca de 400 alumnos de los cuales, “se presentó la mayoría porque los papás y los chicos querían volver. El año pasado fue muy complicado”, dijo. Hasta el momento, cerca de diez chicos estudiarían de manera virtual ya que “según nos comunicaron sus padres, tienen asma o algún otro problema de salud”.
En cuanto a los docentes, Soto contó que “en total son 60 y de todos ellos la gran mayoría volvió a trabajar”. Y aunque mencionó que hay varios docentes mayores de 60 años, ellos también decidieron volver a las escuelas porque “les resulta muy difícil trabajar en línea”, dijo.
No tienen porteros
Según contó la vicedirectora, actualmente cuentan con una sola portera en el turno de la mañana luego de que una se jubilara este año y su otra colega pidiera licencia.
“La cantidad de porteros para nosotros es un problema porque la escuela es inmensa y hay que sanitizar los espacios constantemente”, explicó.
Sin embargo, Soto destacó la ayuda que reciben del Movimiento Barrios de Pie aunque aclaró que “no son porteros titulares de la escuela”.
Jornada bimodal
El ciclo lectivo 2021 de la EPET 36, ubicada en el Barrio Terrazas de Itaembé Miní, comenzó con modalidad mixta y ayer fue el turno de 1º, 2º y 6º año. Del total de 845 alumnos, se presentaron cerca de 130, muchos de ellos con libreta abierta.
“Son muchos los alumnos que vienen desde el 22 de febrero y que todavía adeudan materias. Los docentes siguen trabajando de manera virtual y presencial con esos alumnos hasta que rindan las mesas de exámenes”, dijo a este Diario la directora del establecimiento, Alicia Gradenecker
Aulas burbuja
Al igual que la EPET 36, la Escuela 110 (Av. Corrientes 2241) también eligió la modalidad combinada. “Dividimos los cursos y estamos trabajando con grupos de entre diez a doce alumnos por grado y a ellos, a su vez, los subdividimos en burbujas de tres alumnos”, dijo a PRIMERA EDICIÓN la directora de la escuela, Juana Cerdán.
La matrícula es de 515 alumnos y de ellos, “hasta ahora sólo tres me avisaron que no asistirán. Dos porque sus papás tienen COVID y uno porque convive con una persona de riesgo”, mencionó.
Falta recurso humano
Según contó Cerdán “hay dos docentes que trabajarán desde sus casas porque son mayores de 60 años. Por lo tanto, los alumnos de séptimo grado y quinto grado C deberán continuar de manera virtual ya que la escuela no tiene suplentes”, destacó.
En este sentido, remarcó que “nuestra necesidad más inmediata es el recurso humano porque si bien entendemos que los docentes mayores de 60 puedan optar por volver o no a las aulas, hay que tener en cuenta el derecho de los niños a volver a la presencialidad. Es urgente que esos docentes que no pueden volver a la escuela tengan suplentes para que los chicos puedan reencontrarse en las aulas”.
Cabe destacar que al igual que la Escuela 219, la Escuela 110 también recibe ayuda del Movimiento Barrios de Pie ya que “sólo tenemos un portero para toda la escuela, a pesar de que reclamamos mucho respecto a este tema al CGE”, señaló.