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La rotura del caño maestro del acueducto de Oberá, a la altura del Kilómetro 9, en la mañana del miércoles, afectó más tiempo del previsto el servicio de agua potable de la ciudad. Algunos sectores pasaron más de 24 horas sin vital líquido.
Si bien la reparación se hizo en “tiempo récord”, según definió Julian Duprat, responsable del área de la Cooperativa Eléctrica Limitada Oberá, la tarea de purgado necesario para limpiar cañerías de las burbujas de aire que ingresaron con el desperfecto, sumado a la topografía de la ciudad, hicieron más lento el restablecimiento del servicio.
En consecuencia, varias escuelas debieron suspender las clases, con el agravante de que lo debieron hacer después del horario de ingreso de los niños, ya que la autorización de Supervisión llegó más tarde.
“Dejé en la escuela a mi hija, cuando llegué en mi trabajo me avisaron que debía buscarla porque suspendían las clases. Pregunté por qué no nos avisaron cuando la llevamos y nos explicaron que la autorización para suspender las clases recién había llegado”, explicó la madre de una alumna de la Escuela 305.
Idéntica medida debieron tomar directivos de la Escuela 530 de Villa Lutz y la Escuela 660 del barrio Krause.
Duprat también aclaró que los sectores elevados de la Capital del Monte debían esperar la presión suficiente para que el agua pueda llegar a los tanques de reserva. “En estos momentos se sigue trabajando para restablecer el servicio en la zona del los barrios Krause y Gunther, Villa Lutz y Villa Barreyro I. Los demás barrios ya están empezando a contar con el servicio de manera paulatina, a medida que se va normalizando la presión”, comunicó la cooperativa en horas de la tarde del jueves, luego de más de un día del corte total del servicio.