Futbolista se nace. El caso de Fernando Goldschmidt es un ejemplo de esa afirmación. Tiene una pelota de fútbol atada a los pies, dentro y fuera de la cancha. Este pichón de crack está en la mira de los cazatalentos desde hace tiempo y, con apenas 10 años, sus videos ya llegaron a la televisión nacional.
“Sueño con ser un futbolista profesional”, dijo Fernando a EL DEPORTIVO desde su casa en Ruiz de Montoya.
Fernando es hincha de Boca, delantero, categoría 2010 y juega en la escuela de fútbol “La Cantera” del Club Esperanza de Capioví, a cargo del profe Joaquín Ortellado. Se dedica casi exclusivamente al fútbol- alternando con la escuela- desde hace casi cinco años, cuando su papá se dio cuenta que el romance con la pelota iba en serio.
“Desde chiquito comenzó a jugar, miraba fútbol en la televisión y hablaba sólo sobre eso. Tenía cinco años cuando empecé a pensar que quizá él quería dedicarse a jugar”, dijo Alfonso, el padre del crack de Ruiz de Montoya.
Es más, en su cumpleaños número 5 su abuela le regaló una pelota oficial, en ese momento de 500 pesos. “Yo le dije que le regale una más barata, pero ella me dijo que si iba a ser futbolista tenía que tener una buena. Hasta ahora la tiene guardada como recuerdo”, señaló Alfonso.
Sus primeros pasos dentro de una cancha los dio en una escuelita de Ruiz de Montoya, donde se destacó. “Era el primero siempre”, dijo el papá que entonces decidió llevarlo hasta Capioví, el pueblo vecino, para que juegue en “La Cantera”.
Alfonso y su esposa Cecilia trabajan en la Cooperativa Yerbatera de Ruiz de Montoya, y tienen además a Norbeliz, su hija mayor, de 17 años. Para llevarlo hasta Capioví se turnan con otros padres y, a la salida del trabajo, Alfonso va a esperarlo a veces hasta las 21, cuando termina el entrenamiento.
“Es un sacrificio pero uno lo hace por el futuro de él”, dijo su papá. “Él se desvive por el fútbol. Cuando desayuna o almuerza está con la pelota en los pies debajo de la mesa”, agregó.
Alfonso es un papá orgulloso. “Me emociona mucho cuando lo veo jugar”, dijo. Además, ve y sabe que tiene condiciones. Entonces, un día mirando la tele, se animó y mandó una serie de videos a Canal 9, en los que se veía a Fer haciendo malabares con la pelota. El programa de televisión editó las imágenes y las pasó en el prime-time. Lo apodaron “el Maradona de Misiones”.
“Fue en noviembre de 2019, antes del aislamiento por la pandemia de coronavirus”, recordó Alfonso.
Desde que salió el video comenzaron a llegar mensajes al celular del papá. Un buscador de talentos posadeño se comunicó y le contó a la familia la chance de buscarle una prueba en River o Boca o directamente subirlo a un avión para probarlo en el Manchester City de Inglaterra o el Barcelona de Lionel Messi.
Como Fernando es menor, debería viajar con su papá o mamá. “Igual decidimos esperar un poco más. Es chico”, dijo el papá que reconoció a EL DEPOR que de sólo pensar en la idea la vista se le nubla un poco de la emoción.
“Yo no creo que Cecilia aguante tres o cuatro días sin Fernando en casa”, dijo Alfonso entre risas. “Veo distante la posibilidad de ir a España, pero si vuelve a surgir, la intención es que viaje con la mamá”, agregó. “Me cuesta, pero tenemos que pensar que es su futuro”, dijo Cecilia.
En 2020 la pandemia suspendió todo pero en este 2021 que empieza, vuelve a renacer la ilusión para Fernando. “La idea sigue estando, más si es su sueño. Pero sabemos que tiene que ser de chico, porque los clubes los comienzan a formar muy jovencitos”, remarcó Alfonso. “Es difícil, pero es su futuro. Hay que apoyarlo”, agregó.
También recibió llamados de equipos misioneros. Desde Crucero lo anduvieron tanteando y quedaron en avisarle cuando arranquen los entrenamientos de la escuelita de fútbol infantil; así como también de Garupá FC que invitaron a Fernando a sumarse a sus filas. “Es bueno para que vaya entrando en ritmo”, reconoció el papá.
Durante el parate por la pandemia, Fernando no se despegó de la pelota. “Jugaba en la cocina, tumbaba vasos, golpeaba las sillas, todo. También entrenaba afuera, porque tenemos un terreno grande y él corría alrededor de la casa. Se tomó en serio el mantenerse activo”, dijo el papá.
El protagonista de la historia afirmó que su ídolo es Cristiano Ronaldo; que “desde chiquito” quiere dedicarse al fútbol y jugar en “Boca, la Juventus o el Barcelona”.
En el Xeneize, sus ídolos son “Cardona y Carlitos Tévez”. Fernando es derecho y le gusta también jugar de enganche. En la escuela va a quinto grado. “Sueño con ser futbolista”, remarcó. Lo de Fernando confirma el dicho popular: futbolista, se nace.
Llamados
En las últimas semanas, Garupá FC invitó a Fernando a sumarse a su equipo infantil, para cuando se reinicie la competencia. “Va a ser difícil porque estamos lejos, pero si es lo que él quiere lo voy a llevar todos los fines de semana”, dijo Alfonso, su papá.